Gestión de situaciones extremas
Residencia Universitaría Montepríncipe
Posibles pautas para la gestión
Existe un concepto que proviene de la psicología y que resulta importante desarrollar como capacidad para sobrellevar situaciones críticas de alto estrés emocional, la resiliencia.
Para hacerlo podemos intentar seguir algunas pautas prácticas, también se considera que la práctica de la meditación Mindfulness de manera regular ayuda a desarrollar esta capacidad.
Acepto la realidad.
Esto es lo que está sucediendo y es una realidad y si por ahora no veo opciones sé que que se vislumbrarán según evolucione mi consciencia de la situación y la situación en sí. Eso nos hará respirar y tomar una aptitud observadora para evaluar lo que sucede. No ocuparemos nuestra mente divagando sobre lo que no ha sucedido aun.
Puedo pensar y por tanto actuar.
Evaluo y me pregunto: ¿Puedo aportar de alguna forma inteligente?, es decir, ser conscientes de donde se puede actuar o colaborar, ¿qué puedo hacer que sea mínimamente útil?, ¿hay alguien que necesite mi ayuda? ¿qué es lo mínimo que puedo controlar? Esto nos ayudará a ubicarnos y permanecer sostenidos y fuertes, buscando un posible plan.
NO al pesimismo descontrolado y al alarmismo.
Una idea falsa o preconcebida, un entorno pesimista exacerbado, las alarmas constantes producen un bloqueo mantenido y miedo constante, esto hace que tu comportamiento mental se descontrole y transmitas esto a los demás provocando un histeria general. Mantén bajo control la conexión que puedas tener con fuentes de noticias, alarmas u opiniones sin fundamento.
Practica meditación Mindfulness.
Sobre todo el mindfulness orientado a la respiración. Esto procura una relajación en el cerebro de las áreas que provocan la alerta permanente ante problemas que no podemos controlar. Si se practica unos 10 min. al día solo o en común, con tu pareja, hijos, compañeros…. lo notarás. Hoy por hoy puedes encontrar estos ejercicios realizando búsquedas por “mindfulness – relajación guiada” o a través del enlace a las apps que hemos dejado en esta página.
Selecciona rigurosamente la información que consumes.
Esto puedes aplicarlo como una regla imprescindible y rigurosa, no solo en las situaciones de estrés extremo sino en tu modo de vida habitual. Si planificas el tiempo que le vas a dedicar a informarte y seleccionas contrastadamente los medios o fuentes de la información siempre controlarás mejor tu tiempo y tu nivel de alerta ante la información que te interesa y además evitarás dejarte llevar por noticias falsas, sobre todo en las redes sociales. RECUERDA! tu primera reacción ante cualquier noticia, es contrastarla y confirmar el origen.
Exprésate, hazlo un hábito saludable.
Escribe, dibuja, construye, baila.
Desde el punto de vista emocional son muy liberadores ciertos ejercicios de expresión «automática» o de arte-terapia, como dibujar, construir, escribir o bailar. Estudios actualizados sobre el comportamiento de la sinapsis cerebral y su correspondencia con funciones neuronales que han demostrado que estas actividades proporcionan estados mantenidos de bienestar y equilibrio emocional. Estas actividades además propician una capacidad de concentración muy potente si se practican regularmente, al igual que sucede con la meditación.
Resiliencia; en psicología, es la capacidad que tienen las personas para recuperarse y mantener una conducta adaptativa después de haber vivido un suceso estresante. También podría ser entendida como la habilidad para mantener una actividad adaptativa de las funciones físicas y psicológicas en situaciones críticas.
Las personas que son resilientes tienen la tendencia a obtener mejor rendimiento de los acontecimientos vitales estresantes, incluso en ocasiones son capaces de aprender destrezas nuevas a partir de dichos sucesos negativos.
Además, está relacionada con tener una mejor salud mental y física. Es considerada equivalente a la invulnerabilidad, el crecimiento personal postraumático, la resistencia al estrés y la adversidad.