Psicología Emocional y Empatía
Residencia Universitaría Montepríncipe
Porqué practicar la empatía?
Beneficio Personal
Para ti mismo/a.
Te ayudará a tener una visión de ti mismo/a más rica y completa y descubrirás más destrezas, recursos y enfoques que desarrollar y aportar tanto en la determinación de tu propia identidad y bienestar como en la gestión de situaciones emocionales personales.
Beneficio Global
Entornos globales y complejos.
Con la práctica desarrollarás capacidades que te permitirán aportar visión y proyección en escenarios desconocidos o en sistemas más complejos que requieran una gestión o un liderazgo global y de los que dependan muchas personas y factores.
Pautas para prácticar
Sé observador, con interés y sin judgar.
Recabando información no solo de la persona, también del entorno y dándote cuenta de todos los factores que pudieran influir en un comportamiento determinado.
Establece contacto visual y conversación.
Cuando te cruces con alguien conocido, párate y pregúntale que tal está, esperando la respuesta sin prisas, será solo un minuto y esto es algo que establece de manera sorprendente respeto recíproco entre las personas.
Escucha activamente y transmite interés.
Además de oir lo que te están contando, entiéndelo. Relaciona su tono de voz con su lenguaje corporal, con su contexto y con el estado emocional en general, pregúntale (con moderación y respeto) para entender bien su discurso. Transmítele ese interés.
«Ponte en su lugar»
Intenta entender como se siente emocionalmente y piensa como estarías tú en ese caso y en ese contexto. A veces incluso un contacto físico tenue (con una mano en su brazo) puede ayudar a que se sienta comprendido/a y a compartir un estado emocional.
Infórmate, entiende el contexto de las personas.
Esto te ayudará a no tener ideas predeterminadas y a no judgar. Conoce de dónde vienen, qué dificultades pueden tener, que fortalezas y alegrías, y piensa como podrías ayudarles en esas dificultades o compartir sus buenos momentos.
Transmite activamente y aporta.
Transmite con palabras y expresiones acertadas y aportando algún aspecto que pueda resultar útil, sin judgar y sin menospreciar, demuestra que estás entendiendo la situación y ofrece tu ayuda si lo ves adecuado.
No precipites tus respuestas.
Las conclusiones superficiales no te aportan nada a ti ni a los demás. No des nada por sentado, intenta no simplificar demasiado tu visión antes de contestar o aportar. Fórjate un criterio con fundamento, pero al mismo tiempo flexible y tolerante.
Infórmate de manera contrastada.
Alcanza una visión más amplia de todo, asume una postura «creativa», cambiando de perspectiva y de recursos (no recabes información a través de las redes y de la IA), tú y los demás valorarán más tu implicación y tus ideas serán más ricas.
Se consciente de ti y del momento.
Sé consciente de tu aspecto, de tu tono de voz, de tu lenguaje corporal, de tu estado emocional, de tu postura y de tu entorno, esto te dará recursos para reconducir las conversaciones/entrevistas, transmitir confianza, calma, ánimo, hospitalidad, comprensión, seguridad, etc.
Daniel Goleman, es uno de los pioneros en investigar y divulgar la práctica de la psicología emocional y sus logros tanto en el entorno personal como social y educativo. Estudió antropología y realizó postgrados en psicología y sociología desarrollando también investigación en psicologías antiguas y sus prácticas como la meditación. Sus obras divulgativas y sus ensayos son conocidos en todo el mundo llegando a sentar las bases de la teoría y la práctica de esta disciplina.