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Consejos estudiantes

Dormir bien no es un lujo, es una necesidad para alcanzar lo que te propones cada día, no solo en la universidad, sino en cualquier otro aspecto de tu vida, y, sobre todo, afecta mucho a tu salud y bienestar.

Dormir adecuadamente y las horas que te corresponden es un hábito que se debe alcanzar y no abandonar, en una baza segura para mejorar tu productividad.

La importancia del sueño en tu productividad

Aquí podrás encontrar...

No solo se duerme para descansar.

Un sueño profundo y reparador desempeña un papel fundamental para asentar en tu cerebro las experiencias vividas durante la jornada, te facilita el continuo aprendizaje y la toma de decisiones.

Cuando duermes, tu cerebro procesa la información del día, lo que te permite recordar, y comprender, mejor todo lo estudiado. 

El sueño te recarga de energía y te prepara para enfrentar un nuevo día con claridad mental.

Por el contrario, la falta de sueño, los efectos del insomnio en ti, día tras día, pueden llegar a ser devastadores si se alargan en el tiempo.

Efectos del insomnio en el estudiante

La falta de sueño, o el insomnio crónico, asegura unos efectos muy perjudiciales en tu vida como estudiante. 

La fatiga constante deriva en una dificultad de concentración y en una evidente disminución de productividad.

La falta de sueño afecta de manera negativa a tu salud física y emocional, estrés, la ansiedad y la depresión no son síntomas desconocidos para quienes no consiguen dormir lo suficiente.

¿Afectan los dispositivos electrónicos al sueño?

Sí, sin duda alguna.

Estar, hasta el último momento antes de acostarte, en redes sociales, el email o cualquier aplicación influye en cómo vas a dormir ese día.

Tu mente necesita descansar. 

Lo mismo al despertar.

No es bueno que, nada más levantarte, sin ni siquiera salir de la cama, te dediques a ver los mensajes que has recibido, le estás regalando a los dispositivos los primeros momentos de la mañana, y eso ya te condiciona el resto del día.

Para garantizar un sueño de calidad es fundamental limitar su uso antes de dormir. 

Establece una rutina que excluya pantallas, al menos, una hora antes de acostarte, algo que, en cuanto te acostumbres no te va a costar demasiado, y vas a notar como mejora tu sueño y bienestar general.

Cómo afectan tus dispositivos en la calidad del sueño

El uso de dispositivos justo antes de dormir causa el llamado “insomnio tecnológico” que tiene síntomas que, seguro, alguno conoces y que ahora te contamos por qué los sientes.

Generan luz azul y melatonina

Los dispositivos electrónicos emiten luz azul, que es similar a la luz solar, y engañan al cerebro haciéndole creer que es de día.

Esto suprime la producción de melatonina, una hormona que regula el ciclo sueño-vigilia, cuando se reduce, resulta más difícil conciliar el sueño.

El cerebro necesita tiempo para ajustarse a la oscuridad antes de iniciar el proceso de sueño, y estar continuamente delante de una pantalla no ayuda mucho.

Ver el móvil en la cama

Alteran tu ritmo cardiaco

La exposición constante a dispositivos electrónicos antes de dormir, hace que tu ritmo circadiano se vuelva irregular, lo que puede provocar insomnio crónico y otros problemas de sueño a largo plazo.

Aumentan estrés y ansiedad

Las noticias, redes sociales o mensajes que, continuamente, están llamando tu atención generan estrés y ansiedad, te hacen estar todo el rato pendiente de qué recibes y de que debes contestar.

Silenciar los dispositivos durante las horas nocturnas hace que, poco a poco, te vayas olvidando de ellos, y eso ya es un paso.

6 consejos que mejoran tu sueño

Ya has visto que la falta de sueño afecta mucho a tu vida, y no para bien, también cómo influye el constante uso de los dispositivos y su impacto en tu rendimiento.

Ahora te damos unos consejos, muy sencillos, para crear ese hábito esencial que te consiga un curso académico sobresaliente.

01.-Establece una rutina de sueño

Acuéstate y levántate a la misma hora, tu cuerpo se acostumbra y llega un punto en el que, cuando se acerca el momento, tu cerebro empieza a dar señales, tanto de que te despiertes, como de que te acuestes.

Si tu sueño ha sido suficiente, en calidad y cantidad, no tiene que costarte levantarte, y lo vas a hacer con energía de sobra para arrancar.

Se trata de poner en hora tu reloj biológico, y seguir sus indicaciones

02.-Consigue un espacio adecuado para el descanso

Tu dormitorio debe estar preparado para el descanso.

Necesitas un lugar oscuro, sin ruidos y a una temperatura cómoda para dormir.

En ese ambiente es cuando tu cerebro se da cuenta de qué es lo que debe de hacer.

En condiciones normales, esta tranquilidad favorece que se te empiecen a cerrar los ojos.

No solo eso, la cama, la almohada y la ropa de abrigo también deben tener las características que te hagan sentirte a gusto.

Habitación residencia Montepríncipe

03.-Cena ligero 

La cena no debe ser copiosa, piensa que, en breve, vas a ir a acostarte, no necesitas demasiada energía, no es el desayuno ni la comida, que han de ser más abundantes, te esperan muchas horas de actividades y tienes que mantener el ritmo.

Aleja la cena del momento de acostarte, no lo hagas enseguida, debe haber un mínimo de 2 -3 horas entre ellas, y si tienes oportunidad da un paseo, vas a favorecer que se agilice la digestión, y que te sientas mucho más cómodo al acostarte.

04.-Haz ejercicio de manera regular

Una rutina de ejercicio, te ayuda a conciliar el sueño, favorece tu estado físico y mejora la calidad de tu suelo. 

Evita hacer ejercicio intenso justo antes de dormir, eso te acelera demasiado y te va a costar un poco más relajarse para conciliar el sueño.

Como te hemos dicho en el punto anterior, antes de acostarte un paseo o ejercicio suave no te hace mal, pero no te pases.

05.-Relájate

Puedes aprovechar esas horas entre la cena, y el momento de ir a dormir, para relajarte.

Practica ejercicios de respiración y relajación, o, también, es muy adecuado que destines unos minutos de meditación, cualquiera va a conseguir que llegues a la cama mucho más tranquilo, y preparado para conciliar el sueño.

En cualquier caso, y si no estás acostumbrado a esas actividades, no las fuerces, basta con dedicar unos minutos a la lectura, o darte un baño caliente.

06.-Nada de alcohol ni cafeína

Olvídate, de ambos

Reduce todo lo posible la ingesta de alcohol, excitantes, y bebidas energéticas que te mantienen alerta durante el día y no quieres que lo hagan durante la noche.

 

Dormir bien es una inversión en tu éxito universitario, no es un sacrificio de tiempo, todo lo contrario, cuando comienzas el día lleno de energía, cualquier objetivo, lo vas a conseguir con más facilidad.

Así que, antes de quedarte despierto estudiando toda la noche, cosa que estamos acostumbrados a ver en nuestros residentes, recuerda estos consejos, y dale a tu sueño la importancia que tiene.

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