(Ninguna valoración todavía)
Cargando...
Hoy en día, la presencia en redes sociales de los jóvenes es obligatoria.
No puedes dejar de lado lo que hace toda tu comunidad, por mucho que lo intentes, es fácil quedar apartado si no te unes.
Es normal, lo que pasa es que no tienes en cuenta que, poco a poco, te vas enredando en ellas, y lo que empieza como un par de post a la semana, para divertirte, acaba creando problemas importantes en tu vida y en tu relación con los demás.
Cada curso escolar, en la Residencia Universitaria Montepríncipe, convivimos con muchos jóvenes que, como tú, tienen con las redes sociales una relación absorbente que, en caso de no controlar, termina afectando.
No tiene que ser así.
Lo mejor, conocer los peligros de su abuso, para evitarlos.
Aquí podrás encontrar...
La forma de actuar de los jóvenes, en lo referente a su manera de comunicarse y relacionarse, es muy diferente a como era antes de este auge de las redes sociales.
Las redes sociales implican unos riesgos que aumentan según el tiempo que pasas en ellas, y que muchas veces no te das ni cuenta.
Su impacto llega a ser muy peligroso para la salud mental y tener claro lo que suponen, es lo primero para hacerles frente.
Tu privacidad deja de serlo
No tener todo claro, o no darle la suficiente importancia a la privacidad puede acarrear problemas.
Cuando no eres consciente de lo que implica exponerte tanto, mostrar lo que haces, cuándo y con quién, en todo momento es dar demasiada información de la que debes divulgar, y solo te mete en problemas
Casos de robos de identidad o acosos cibernéticos no son tan difíciles si internet conoce todo de ti.
Cualquier imagen puede ser usada sin que lo sepas hasta después de mucho tiempo, y cuando ya no es posible hacer nada.
Acoso con la etiqueta de ciberbullying
El uso excesivo de las redes provoca situaciones de acoso y bullying.
Las redes son una herramienta tecnológica que facilita mucho el abuso de los demás.
Casos de adolescentes que han sufrido una persecución online despiadada en su vida escolar, y que no han podido sobrellevar, hasta el punto de tomar decisiones dramáticas por no contar con la suficiente capacidad de afrontarlas.
Que tenga un nombre florido no quiere decir que sea menos delictivo ni peligroso.
Da igual bullying, ciberbullying o acoso, es lo mismo, se trata de atacar a otra persona de manera que no puede soportar.
Una exposición excesiva que ahora parece divertida, igual, en pocos años, no tanto, incluso puede resultar un problema.
El bombardeo constante de imágenes de vidas perfectas, causa estrés y baja autoestima en jóvenes que ven como otros de su edad han logrado una vida que ellos desean, y no consiguen.
Situaciones que, además de no ser reales, pueden terminar con casos importantes de depresión, por una comparación excesiva con lo que ves a todas horas.
FOMO, el miedo a perderte algo
Término que nos llega del inglés, Fear Of Missing Out, que no es más que el temor a dejar pasar o a perderse algo.
El estado de ansiedad de un joven pendiente continuamente de su cuenta en redes, por miedo a perderse algo, por miedo a no ser el primero en conocer eso o lo otro, por no ser quien hace más publicaciones, y quien reacciona primero a cualquier noticia, hace que viva pendiente de las redes.
No estar al tanto de eventos sociales o de acontecimientos y experiencias que otros están disfrutando, te pone por detrás de tu comunidad, y es un riesgo que no estás dispuesto a correr.
La presión que genera estar todo el día, y a cada momento, pendiente de qué pasa, o no, en redes, afecta a tu vida personal de una manera importante.
Las redes generan una sensación de inmediatez excesiva y un miedo atroz a perderte algo si no estás conectado.
Todos estos peligros tienen sus consecuencias.
El uso excesivo, y el mal uso, de cualquier cosa, es síntoma de adicción, e igual que pasa con el consumo incontrolado de una sustancia, o la realización de manera compulsiva de una actividad, provoca una dependencia y un desequilibrio en tu vida diaria.
Las redes sociales no son una excepción.
Este estar pendiente en todo momento de lo que recibes, o esa preocupación por no hacer visto aquello, o dar un “like” que te reclaman, son detalles que te mantienen en tensión durante todo el día, y limitan tu capacidad de hacer otras cosas importantes o, sencillamente, que te distraigan.
Esa ansiedad que genera la necesidad de estar presente en redes en todo momento deriva en una adicción, que tiene efectos peligrosos y duraderos.
Falta de interacción personal
Usar las redes sociales para todo, hace que dejes a un lado la interacción personal.
Es mucho más cómodo relacionarse mediante el teléfono móvil, o el ordenador, que salir a tomar algo, o a conocer a gente.
Un problema añadido es la dificultad en reconocer quién es la otra persona, y si no está acercándose a ti por algún motivo que desconoces, y que puede perjudicarte.
Crea una desconexión personal, un desinterés por relacionarse, incluso llegas a alejarte de familiares, y de gente muy cercana por utilizar el tiempo que antes pasabas con ellos, en grabar videos y conseguir “likes”.
Distorsión de tu imagen corporal
Un problema muy importante es la imagen equivocada de ti mismo, que adquieres con la continua recepción de fotos de cuerpos perfectos, de gente perfecta.
Los cuerpos que te obligan a pensar que son ideales por ser de gente exitosa, algo que sin poder evitarlo relacionas con ese estatus que quieres alcanzar.
Parece que, para llegar allí, tienes que ser así, y no es cierto.
Las redes sociales generan a diario trastornos alimenticios. y problemas de imagen en chicos y chicas muy jóvenes, que piensan que nunca van a conseguir ser como sus ídolos, lo que desencadena en su vida un malestar que desemboca en años de terapia.
Afecta a tu rendimiento académico
Todo el tiempo que pasas en internet y en las redes sociales, que es más que el que corresponde, se lo robas a la vida real, a tu salud y a tus estudios.
Todo acaba perjudicando a las cosas importantes de tu vida, como el rendimiento académico.
No tienes la cabeza en su sitio, no te concentras en lo que haces, pasas el día más pendiente de publicar, o ver los que publican los demás, que de preparar tu próximo examen.
El impacto en tus estudios es negativo y peligroso, puede que, cuando te des cuenta de la gravedad, sea demasiado tarde, y no seas capaz recuperar de ese tiempo perdido.
Impacto negativo en tu salud
Otro aspecto que dejas de lado es tu propia vida, por estar más atento a la de los demás.
Pierdes las rutinas que has conseguido de alimentación, sueño y deporte por el tiempo que pasas conectado, y que es fácil que se te vaya el salto al cielo.
Problemas físicos como dolores posturales o afecciones de visión por pasar demasiadas horas sujeto a tu móvil, provocan lesiones duraderas y difíciles de curar.
Cualquier consumo excesivo es peligroso, cuando se hace sin control ni conocimiento de las consecuencias.
Pasar un rato conectado, poniéndote al día, no es importante, es más, es recomendable, no así el estar pegado al móvil dejando de lado el resto de tu vida.
La convivencia en una residencia de estudiantes facilita esta interacción de las personas que necesitas durante tus años de universidad, y es algo que nosotros fomentamos durante todo el año escolar y que nos encanta compartir contigo cada curso.
