Si la respuesta es sí, tranquilo, solo, seguro que no estás.
Es una misión a veces imposible.
No solo por las causas externas, las distracciones, las llamadas, otros compañeros, ni tampoco por todas las cosas que tienes en la cabeza, y que no consigues separar.
Es una combinación de ambas, y tienes que poner el foco en todas ellas para llegar a una solución, se acerca la peor época del año en la universidad, y debemos afrontarla con toda la concentración posible en aprobar.
En la Residencia Universitaria Montepríncipe ya estamos preparados, y un año más vamos a ayudarte en lo posible.
Empezando por darte unos consejos que te van a servir mucho.
Cómo mantener la concentración en los estudios
Aquí podrás encontrar...
Fácil, ya te decimos que no es, estás cansado, el curso ha sido largo e intenso, empieza el buen tiempo y tu cuerpo y tu mente te piden descanso y pasártelo bien.
No es problema, puedes tener todo eso en cuanto pasen estas últimas semanas de curso, que son las más difíciles por todo lo que llevas recorrido, pero también las más satisfactorias porque son las que te van a dar los frutos que has sembrado durante todo un curso académico.
Concentración o motivación
Son diferentes y están muy relacionadas, tener ambas es lo ideal, pero a veces no es posible
La concentración es el proceso psíquico que permite centrar la atención de la mente en un objetivo.
En la capacidad de empezar y conseguir terminar algo, no hablamos de un proyecto completo, sino de ese algo que te has propuesto realizar en un tiempo determinado.
Es un punto importante, debes ponerte un plazo, sin él es muy difícil que consigas hacerlo.
El cerebro, por su naturaleza, es un experto en perder el tiempo y en poner en tu mente oportunidades irrechazables para que dejes lo que estás haciendo y empieces con ellas.
Siempre hay algo más importante.
Siempre hay otra prioridad.
Siempre hay otra cosa.
Siempre.
Tu cerebro no quiere trabajar, para él también es un esfuerzo que tú estés aprendiendo continuamente, y te va a “sugerir” actividades más relajadas en las que él no tenga que esforzarse.
Es lo que tienes que evitar.
Un caso distinto es la motivación, aquí ya entra la satisfacción que te produce esa tarea que estás realizando, o que te dispones a empezar.
Cuando estás motivado todo resulta más fácil.
Es una aliada para la concentración.
Son esas asignaturas que te gustan más, esos compañeros con los que te apetece más estudiar, o esa clase que la imparte ese profesor con quien tienes sintonía.
Con motivación todo es más sencillo.
La motivación es lo que te mueve a realizar una tarea, cuando una obligación te motiva, te gusta, estás cómodo con ella, mantener la concentración es mucho más sencillo.
Consejos para mantener la concentración
Es posible, te lo aseguramos, solo necesitas una serie de claves que te van a hacer conseguirla y mantenerla durante esta recta final
01.-Pon el foco en una sola tarea cada vez
Planificar es algo muy útil y que puedes empezar a utilizar, si no lo haces aún, en Google Calendar.
Coloca las tareas que debes realizar en cada día, con las horas que destinas a ello.
Luego, nada más comenzar cada jornada, abre la aplicación, y pon el foco en lo que has planeado, y solo en eso.
Es importante que cuando vayas a empezar a estudiar ya esté organizada tu jornada, es decir, cada día, al final de tus horas de trabajo, según se te haya dado, planifica el día siguiente.
Que no pase que te pongas a estudiar y debas empezar con la lista de prioridades para ese día, no funciona nunca.
El tiempo que pierdes dificulta que te concentres en lo que tienes que hacer.
02.-Desconecta distracciones
Nada de móviles ni notificaciones en tu ordenador, olvida el teléfono y las redes sociales por todo en silencio, son solo unas horas, en seguida podrás volver a recuperar esa parte de tu vida, pero ahora no es momento.
Al principio, hacer esto te resulta difícil, es normal, insiste para que, en pocos días, lo hagas de manera instintiva.
Una vez que consigues concentración en una tarea, cualquier cosa que te interrumpe y te hace salir de ella dificulta mucho que la recuperes otra vez.
Tu cabeza ya se ha ido a “otro lugar” y pierdes tiempo en hacerla regresar.
03.-Crea tu propio ambiente y disfruta en él
Empezando por tu mesa de trabajo.
Ordénala, cada día, al terminar.
Empezar una jornada en un lugar desordenado, con documentos, libros, carpetas, …, todo por ahí desperdigado, y, sin lo que necesitas a mano, da una sensación de querer escapar de allí.
Es como en cualquier otra zona de tu habitación, es mejor ordenada, con cada cosa donde debe.
Ten a mano todo lo que vas a emplear, apuntes, libros, una botella de agua, un café, lo que sea, evita tener que levantarte a cada momento.
Eso son solo excusas que te pones para no seguir trabajando, no se las des a tu cerebro, que no pueda quejarse y se ponga a estudiar.
Una vez que tienes la mesa ordenada, el entorno también es importante.
Debes tener silencio, la temperatura y la luz, las adecuadas, si te gusta estudiar con música, ponla en un volumen que no te desconcentre.
04.-Autodisciplina, la clave de la concentración
Eres consciente de que debes terminar el trabajo, sí o sí, no puedes rendirte a la primera de cambio, ni trabajar un día sí y otro no.
Se trata de autoimponerte tareas y no salirte de ese plan, ser consciente de la importancia de hacerlo, están a muy pocos días de poder descansar, ahora toca trabajar.
En la universidad no tienes a nadie como pudiera ser en el colegio, con padres y profesores que estaban pendientes de que terminaras los trabajos, ahora eres tú.
Por esa misma razón, puedes ponerte unos horarios a tu gusto para organizar también el tiempo de descanso, imprescindible, estar descansado es vital para concentrarte bien.
05.-¿Los objetivos?. Realistas, por favor
Tú eres quien mejor te conoce, y quien sabe de qué eres capaz, no te exijas algo que tú mismo sabes que va a fallar.
Cuando una y otra vez no cumples con los objetivos que tú mismo te has puesto es por algo, y la sensación de desánimo es enorme, evítala.
Si pasa una vez, bueno, es posible que haya ocurrido alguna incidencia que no pudiste prever, o que una tarea se complicó más de los que pensabas, no pasa nada.
Pero si te das cuenta de que ocurre a menudo, si tienes que estar variando los planes continuamente y retardando tareas, algo pasa.
Algo se te atasca, no consigues continuar, no llegas, tu capacidad de concentración disminuye, su mente está pensando en lo siguiente que tienes que hacer y que va con retraso, y no es capaz de mantenerse en los que en realidad está haciendo.
06.-Termina el día con ganas de empezar el siguiente
Esto enlaza con el punto anterior.
Cuando terminas una jornada de estudio con un buen sabor de boca, has cumplido objetivos, has completado las tareas, si no todas, casi, tienes ganas de empezar de nuevo, la rueda está girando y no quieres que pare.
La sensación es que todo va bien.
En el otro extremo, cuando terminas con la idea de que no, que no llegas, que no vas a conseguirlo, si ese día se te ha dado mal, pierdes la motivación y al día siguiente te va a costar arrancar.
Recuerda que la motivación es una gran aliada de la concentración, y que tira de ella, perderla por un mal día, afecta a los siguientes.
Como puntos finales y que haces todo el año son una alimentación sana, unas horas de sueño adecuadas y deporte a menudo.
La época de exámenes no es excusa para dejar de cuidarte como lo haces el resto del año, es más, es la más importante y no debes olvidar los hábitos que has adquirido.
Es una época complicada en la Residencia Universitaria Montepríncipe, pero estamos seguros de que lo vas a conseguir.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡concertemos una cita y hablemos del curso que viene!