Terminas los estudios y, muchas veces, necesitas algo más, algo que no has conseguido en esos años de formación académica y que solo puedes conseguir si sales al exterior.
Es una opción que valoran muchos estudiantes quienes pasan un año recorriendo el mundo, ganando experiencias, y perdiendo el miedo al mundo laboral.
Es una decisión que debes tomar después de estudiarla bien, ten en cuenta si eso que ganas compensa la inversión económica y si el tiempo que estás fuera.
Pasar un año sabático tiene sus cosas malas y sus cosas buenas, y, de todas ellas, vamos a hablar aquí.
Año sabático después de la universidad
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Terminan los estudios y no tener nada claro como continuar con tu vida no es algo que solo te ocurra a ti, al contrario, son muchos los jóvenes que tienen esa idea al finalizar.
Has pasado varios años acompañado y guiado por otras personas que, en cierto modo, te dicen qué tienes que hacer en cada momento, sin preocuparte de mucho más que de estudiar, y de sacar buenas notas para terminar cuanto antes y comenzar otra andadura, ahora en el mundo laboral.
Pero llega ese momento y no lo tienes tan claro.
Estás asustado, no te ves capaz, no te atreves a dar el último paso que te queda, el adentrarte en ese mundo para el que te has estado preparando varios años.
Pasar un año alejado de todo lo que conoces hasta ahora, es algo que tienes que valorar antes de hacer
Qué valorar antes de un año sabático
Una decisión difícil, tienes que tener en cuenta muchas cosas, no puedes desaparecer así, de la noche a la mañana, durante todo un año, hay temas aquí que no puedes abandonar.
Debes pensarlo bien.
Lo primero es la financiación, contar con unos ingresos que te permitan vivir todo ese tiempo sin necesitar más, siempre tienes la opción de trabajar, allá donde vayas, es cierto, y es lo mejor, pero también valora que no lo puedas conseguir.
Tener ese “colchón” económico te ayuda y te hace pensar de manera diferente.
Puedes preverlo y, antes de terminar la carrera, empezar a ahorrar, trabajar aquí para poder tener dinero allí, luego, si las cosas no salen como piensas, no pasas por malos momentos.
Elige bien el país dónde quieres ir, lo mejor es valorar uno que te permita aprender un idioma y te dé una experiencia de la que te puedas beneficiar una vez que estés de vuelta.
Mejor que tomártelo como unas vacaciones, tómalo como una experiencia que te da la oportunidad de vivir situaciones que, quedándote en casa, no vas a conseguir.
Ventajas de un año sabático tras los estudios
Sin duda es una experiencia enorme que te va a venir muy bien, incluso, hay países en los que hacer algo así es obligatorio, y los jóvenes pasan un año fuera de casa antes de retomar su vida después de los estudios.
Hay muchas ventajas para alguien tan joven que gana experiencia y conoce otro mundo diferente al que ha vivido.
Conocimiento de ti mismo
Es una manera de salir de tu zona de confort que ayuda mucho a conocerte a ti mismo.
Ves cómo afrontas problemas o situaciones que, hasta este momento, ni imaginabas que ibas a vivir, y, muchas veces, en soledad.
Te permite pensar, valorar, descubrir tus fortalezas y debilidades que de otra manera, igual, nunca llegas a perfeccionar.
Tienes la oportunidad de desarrollar habilidades de comunicación, trabajo en equipo, un liderazgo que puedes aprovechar en un futuro, tanto en tu vida personal como profesional.
Experiencias, y más experiencias
Es una de las ventajas principales y de las que seguro te puedes aprovechar luego.
Las experiencias, las que sean van a ampliar tus perspectivas y a desarrollar tu carácter
Estar en un país diferente, enseña y enriquece a quienes pasan por lo mismo, sin duda, lo que te traes aquí es todo para bien.
Tiempo para reflexionar
Es un tiempo que te viene muy bien para reflexionar y descansar de los años de universidad.
Te permite liberarte de la presión por la que has pasado, y abrir la mente a otras actividades, a situaciones y a conocer a personas que te pueden enriquecer aún más.
Networking y contactos futuras
La oportunidad de conocer a personas con tus intereses es enorme, seguro que lo haces y debes aprovecharlo.
Cuentas con una opción para ampliar tu entorno a otros países, una puerta muy grande para que, una vez regreses, el camino que inicies sea mucho más fructífero.
Son unas conexiones muy valiosas que se unen a las que has hecho en estos años de universidad y en su residencia
Mejora de otros idiomas
Junto con las experiencias, la práctica de otros idiomas es algo que siempre trae beneficios.
Después de un viaje así, por diferentes países, regresas con una práctica de algo esencial en la vida laboral de cualquier joven hoy.
Saber manejarte en idiomas como el inglés, francés, o italiano, por ejemplo, a día de hoy te pone por delante de muchos jóvenes aspirantes a un puesto de trabajo en cualquier sector.
Inconvenientes de un año sabático tras los estudios
Conociendo solo las ventajas, te puede parecer más bonito de lo que es, y debes saberlo antes.
Es mucho tiempo, y aquí la vida sigue y lo hace sin ti, puede que a la vuelta te sientas desplazado,
No te precipites sin antes valorar los inconvenientes.
Año y dinero perdido
Un año es mucho tiempo, en algunos casos es demasiado y debes pensarlo bien.
Aquí la vida no se para, regresas y nada es como lo dejaste, la inversión económica es muy elevada y debes pensarlo bien porque luego te puede traer consecuencias.
Si has utilizado los ahorros que tenías, y al llegar aquí, la incorporación al mundo laboral se retrasa, puedes verte perjudicado, al no disponer de ese dinero que ahora te podría venir tan bien.
En ese año, pierdes oportunidades laborales que hubieras aprovechado, o prácticas en empresas para estudiantes con los estudios recién terminados.
De vuelta te encuentras con la competencia de otros jóvenes que sí las han aprovechado, y te pone en desventaja.
Dificultad de retomar lo que dejaste
Al volver, no son pocos los casos en los que la rutina que dejaron durante un año les agobia demasiado.
Retomar ese ritmo estresante del que te alejaste, aumentado con una necesidad de encontrar trabajo, que a veces se alarga, no es sencillo cuando llevas meses sin mantener ciertas rutinas.
Pierdes ese impulso de terminar de estudiar y continuar formándote, esa inercia que hace que no te detengas y sigas mejorando.
Puedes, en algún caso, perder habilidades adquiridas por no continuar practicando.
Presión de tu entorno
Una decisión así, muchas veces, no es muy bien aceptada por tu entorno, no siempre la familia está de acuerdo, y te van a comparar, a la vuelta, con tus compañeros que permanecieron aquí.
Es posible que ellos ya estén trabajando y te los pongan como referencia de algo que tú podías tener y has perdido por escapar un año entero.
Ellos quieren lo mejor para ti, y van a darle más importancia a los inconvenientes de esa decisión que a todo lo que traes aprendido.
No solo la familia, tu grupo de amistades puede verse perjudicado, has estado tiempo lejos de ellos, y, en definitiva, han seguido con su vida.
Pérdida de motivación e ilusión
Regresar después de vivir algo así no es sencillo.
Volver a una rutina y unas actividades de las que, en cierto modo, escapaste no te va a ser fácil.
Sobre todo, si el viaje no ha cumplido con tus expectativas y consideras que no te ha dado tanto como pensabas.
Existe esa posibilidad, tenla en cuenta, si pones demasiada ilusión y no cumple lo que esperas, entonces es cuando te da por pensar que solo has perdido tiempo y dinero.
Seguro que después de una experiencia así, ves la vida de otra manera, pero tienes que ser consciente de lo que dejas aquí, y de que te merece la pena.
Terminar los estudios universitarios, y decidir esperar antes de trabajar en lo que te has estado preparando, no es tan sencillo ni tan bonito como puede parecer o te pueden contar.
Con este artículo esperamos haber resuelto esas dudas que tengas, en nuestra Residencia, muchos estudiantes se lo planten, y a ellos, como a ti, intentamos ayudarles para que tomen la mejor decisión.