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Esa sensación de ser un fraude, de no saber cómo has llegado hasta allí, porque, sin duda, no lo mereces, esa seguridad de que hay otra persona mucho más capacitada que tú para ocupar tu lugar y que debería ser quien estuviera.
Todo esto, es el síndrome del impostor, y solo está en tu cabeza.
Que sea una sensación, y no una realidad, no quiere decir que no sea importante, es una experiencia por la que estás pasando y que puede impedirte hacer muchas cosas que, en otra situación, harías sin problema.
El único que duda estar capacitado eres tú.
¿Sabes que es el síndrome del impostor?
Aquí podrás encontrar...
No es algo ni nuevo ni extraño que pueda ocurrir.
Estudios confirman que, el 70% de la población, se ha sentido un impostor alguna vez en la vida.
Sentir que eres incompetente, verte incapaz de hacer algo aunque las señales indiquen que sí lo eres, pero que no puedes verlas, y por mucho que insistan los demás, tú no te las crees.
Afecta a cualquier persona en cualquier momento de su vida, no por estar estudiando tienes más posibilidad de que te pase, lo que es cierto es que cuanto más recorrido tengas, más razones para echar esa sensación de tu cabeza vas a tener.
El síndrome del impostor en la universidad
Es una sensación muy acusada en la universidad, muchas veces no eres consciente de lo que has conseguido, de lo importante que es, tan solo, que hayas llegado hasta donde estás, y te culpa por ello.
La propia autoexigencia es la causante de querer pedirte cada vez más, de hacer más cosas, de hacerlas mejor, sin valorar lo que has recorrido, y sin darle la importancia que merece.
No quieres defraudar a tu entorno, muchas veces, en tu familia se ha tenido que hacer un gran esfuerzo para que tú hayas llegado a la universidad, y sientes que no deberías ser tú, que otro es mucho más indicado.
No te ves capaz de cumplir con unas expectativas que piensas que los demás tienen de ti, y eso te puede llegar a bloquear.
Son diarias a las pruebas a las que te enfrentas en la universidad, proyectos, posibilidad de trabajos, calificaciones que exigen lo mejor de ti y, a veces, no crees estar dando todo lo que deberías, estar convencido de ser incapaz, te impide avanzar.
No te das cuenta de que, lo que has conseguido hasta ahora, es lo que te ha llevado ahí y es lo que debes valorar.
¿Cómo puedes saber si padeces de síndrome del impostor?
Sientes miedo a afrontar tus retos, te pones excusas para realizar actividades de tu profesión o tus estudios con la idea de que no eres capaz.
Son sensaciones muy peligrosas que te bloquean y te frenan, impiden que continúes adelante y que crezcas en tu vida laboral.
No se trata de un problema de autoestima ni de timidez, es una actuación que demuestra muy poca confianza en ti, aun teniendo constancia que los demás si lo hacen.
Miedo a una exposición en público
Participar en charlas, conferencias o cualquier evento se hace un mundo para ti.
Solo pensar que tienes que enfrentarte a mucha gente que te puede juzgar y darse cuenta de que no eres quien pretende ser, te paraliza.
Pensar que eres un fraude
Tienes en tu cabeza que eres un fraude y de ahí no sales, por mucho que la realidad sea otra.
Sientes que estás engañando al resto, que ellos son los que están equivocados y te valoran sin motivo, porque la realidad es otra, tu realidad.
No eres capaz de ver lo que has conseguido
Tus logros, de que todo lo que has conseguido y que te ha llevado donde estás, se debe a factores externos, como suerte, casualidad, acción de terceros, y nunca valoras lo suficiente que todo lo que has hecho tú, que es lo que te ha llevado hasta donde estás, aunque no lo puedas ver.
¡Claro!, se puede superar
Seguro, lo que no es tan claro es que, en otra fase de tu vida, no se repita.
Igual que, el que no te ocurra en la universidad, no asegura que, bien avanzado tu carrera laboral, no lo haga
Lo que es cierto es que si lo superas una vez, te da mucha fuerza para aumentar la confianza en ti si se repite.
Solo tienen que echar la vista atrás y ver que, una vez superado, continuamos avanzando en tus logros.
Es importante en cuanto notes la sensación de estar ocupando un sitio que no debes, te pares y pienses.
3 consejos que te ayudan
Tener una percepción negativa de ti mismo ayuda a que, cada vez más, infravalores tu capacidad de alcanzar cualquier objetivo, añadido al miedo atroz a que el resto se den cuenta.
01.-Valora tus logros
Haz una lista de lo que has conseguido y dale importancia
Haz una lista de tus fortalezas, mejor escritas, no las dejes en tu cabeza, que las puedas ver, y leer, a menudo, déjalas cerca de ti, valora que tienes esas capacidades y hasta dónde te han llevado.
Es muy habitual que demos más importancia a errores, o posibles fracasos, aunque sean pequeños, que a logros mucho mayores.
Magnificamos los errores y las cosas que no salen tan bien como pensamos que deberían, en cambio, el éxito, se normaliza.
02.-No ocultes cómo te sientes
No dejes que esa sensación crezca en tu cabeza, obliga a que salga.
Tu entorno es quien mejor te conoce, y que puede darte la imagen de ti que, tú, te resistes a creer.
Ver otro punto de vista de alguien en quien confías, ayuda a ver las cosas con más perspectiva.
Separa lo real de lo que está solo en tu cabeza.
Los hechos son los que son, y todo el mundo los puede ver, es muy probable que, tú, seas el único que no lo hace.
03.-Dale importancia a lo importante
Todo lo que has conseguido es la realidad y el resto está en tu cabeza, no dejes que crezca.
No se trata de evitar lo que sientes y ocultarlo, sino de reconocer tus pensamientos y sensaciones, y superarlos.
No te asuste no sentirte bien, no pasa nada, se trata de aprender a superarlo y conseguirlo.
Apóyate en tu entorno, en quienes te conocen y en quienes confías.
Ábrete a tus compañeros, seguro que también, si no es ahora, han pasado por algo similar, y pueden escucharte y entenderte.
Rodéate de un ambiente que te entienda, y con el que puedas compartir cómo te sientes.
Tu residencia es un lugar perfecto para ello, y en la Residencia Universitaria Montepríncipe encuentras apoyo en un ambiente familiar que te ayuda en esos momentos en los que no eres capaz de valorar, ni a ti ni a todo lo que has conseguido.
Y lo más importante, todo lo que puedes conseguir a partir de ahora.
