Qué hacer cuando te bloqueas estudiando (y empieza el drama)
Estás delante de los apuntes.
Llevas una hora mirando el mismo párrafo.
Tu cerebro repite: “no, gracias”.
Te entra el agobio.
“Voy a suspender” (bueno, hay que esperar al examen, creo yo).
“Soy un desastre” (no, eres humano).
“Pero, …, ¡por qué no he empezado antes!” (eso dijiste la última vez y mírate ahora).
Todo eso tiene nombre: bloqueo mental, y sí, tiene solución.
¿Qué es un bloqueo mental?
Antes de buscar soluciones, hay que entender qué está pasando: es como si el cerebro se apagara por unos momentos, estás ahí, intentando estudiar, pero nada entra.
Y no es porque no estés luchando con todas tus fuerzas, sino porque no hay manera de retener nada en tu cabeza.
Veamos primero los motivos que te llevan a sentirte así para luego ver cómo solucionarlo.
Causas comunes del bloqueo mental
De sobra conocidas, quien más, quien menos las ha sufrido, si no todas, alguna de ellas, vamos que seguro que te suenan:
- Estrés acumulado: muchas tareas, poco tiempo y presión, una mezcla demoniaca que dan lugar a un combo explosivo.
- Falta de descanso: dormir poco y mal, pasa factura, no nos cansamos de repetirlo, no por intentar sacar más horas al día, van a ser horas productivas porque el cerebro no rinde igual (¡descansa!).
- Expectativas muy altas: querer hacerlo perfecto, a veces, paraliza, recuerda algo: “mejor hecho que perfecto”
- Falta de motivación: si no te interesa el tema o no entiendes bien el porqué de lo que estás estudiando, cuesta más arrancar.
- Mala organización: dejarlo todo para última hora hace que entres en modo pánico.
Cómo salir del bloqueo si ya estás dentro
No hay una varita mágica, pero sí varias cosas que puedes probar para salir del bucle y volver poco a poco al ritmo, atento a estas algunas técnicas sencillas y efectivas:
Para y respira (literalmente)
Lo primero: salir del piloto automático.
Cuando estamos bloqueados, seguir insistiendo solo aumenta la frustración, para, haz una pausa, respira, baja las revoluciones.
- Respiración 4-7-8: inspira 4 segundos, mantén 7, suelta 8.
- Estírate o da un paseo corto.
- Abre la ventana y toma aire fresco (aunque estés en pijama).
Cambia de tarea o de materia
No hace falta seguir dándote contra la misma pared, lo más adecuado en este punto es cambiar el foco, verás como te desbloqueas sin darte cuenta.
- Pásate a una materia más ligera o que te guste más.
- Ordena apuntes, repasa esquemas o haz resúmenes.
- Cambia el tipo de actividad, por ejemplo, si estabas leyendo, prueba a escribir.
Haz algo físico
El cuerpo y la mente están conectados, cuando el cerebro se bloquea, el movimiento es la mejor manera de ayudar a reactivarlo.
- Haz 10 sentadillas o unos estiramientos.
- Sube y baja escaleras.
- Pon una canción animada y muévete.
- Bájate a por agua, fruta o un café.

Usa el método Pomodoro para volver poco a poco
A veces lo que necesitamos es un empujoncito estructurado, y esta es la técnica perfecta para volver a arrancar sin agobios.
- Estudia 25 min con concentración total.
- Descansa 5.
- Repite 4 veces y luego haz un descanso más largo.
- Usa apps como “Focus To-Do” o “Forest” para ayudarte,
Habla con alguien
Bloquearse no es solo cosa del temario, también tiene mucho que ver con cómo te sientes y compartirlo ayuda.
- Llama a un amigo, o escríbele un mensaje.
- Díselo a algún compañero en la residencia.
- Incluso hablarlo contigo mismo en voz alta sirve.
Entiende qué estás estudiando
A veces el bloqueo viene porque no comprendes bien el contenido, prueba a, en lugar de memorizar sin sentido, buscar una forma más clara de entenderlo.
- Encuentra vídeos explicativos en YouTube.
- Pregunta a alguien que ya haya hecho la asignatura.
- Usa herramientas para que te lo resuman fácil, (ChatGPT ayuda, sí, pero con cuidado).
- Reformula los conceptos como si tuvieras que explicárselos a otra persona.
#03.-Cosas que NO ayudan cuando estás bloqueado
Vale, hay cosas que ayudan… y cosas que empeoran el bloqueo, y estas también hay que tenerlas claras para no caer en su trampa.
- Quedarte en la silla forzándote sin avanzar, solo añade más estrés.
- Compararte con los demás, sencillamente porque no sabes cómo lo están pasando ellos.
- Mirar redes sociales como “descanso, no te engañes, sabes que, como entres ahí, una cosa lleva a otra y adiós tarde.
- Decirte cosas feas a ti mismo, eso olvídalo desde ya.
Ni eres un fracaso, ni un desastre, ni nunca lo conseguirás, como te decíamos al inicio, lo que pasa es que eres humano, tu mente no necesita más “caña”, sino apoyo.
Y ahora,… evita bloqueos futuros
Una vez que has conseguido desbloquearte, es buen momento para prepararte y evitar que vuelva a pasar, pero cuidado: no se trata de vivir como un robot, sino de aprender a conocerte y organizarte un poquito mejor.
Planifica con tiempo (aunque sea a tu manera)
No hace falta tener una agenda de colores, pero sí una estructura general para no dejarlo todo al último día.
- Divide el temario en partes.
- Apunta qué vas a hacer cada día (aunque luego lo ajustes).
- Deja huecos para pausas y repasos (y respétalos).
Duerme bien (y sin culpa)
El sueño no es un lujo, es una herramienta de estudio, ten en cuenta que descansar poco, o nada, te hace más propenso al bloqueo.
- Intenta dormir al menos 7 horas.
- Apaga pantallas un rato antes de dormir (sí, nos referimos al móvil)
- Evita estudiar a lo loco por la noche, tu cerebro no rinde igual.
Tu cuerpo también cuenta, ¡cuídalo!
Alimentación, movimiento, descanso… todo suma para que tu mente esté en forma.
- Elige eso que te da energía real, como frutas, frutos secos, cereales integrales.
- Bebe agua, tu cerebro hidratado trabaja mejor (hemos dicho agua, ¿eh?, no te equivoques).
- Sal y camina, aunque sea 15 min al día, que te dé el aire y tu cabeza se despeje unos pocos minutos.
Sé compasivo contigo
Revisa tus expectativas, no siempre se puede con todo, ni todo tiene que salir perfecto, si hay algo cierto, es que autoexigencia es buena… hasta que bloquea.
- Ponte metas realistas.
- Celebra lo que sí haces, nunca es poco.
- No te compares, cada uno tiene su ritmo.
Incluye pausas reales en tu rutina
El descanso es parte del estudio, no su enemigo, por mucho que el estrés te lo haga creer: desconectar te ayuda a reconectar mejor.
- Sal a dar una vuelta sin mirar el móvil.
- Queda con alguien y habla de cualquier cosa menos exámenes.
- Ve una serie, haz cosas que te gusten sin sentirte culpable.
Que te bloquees no significa que no sirvas, ni que no vayas a conseguirlo, es sencillamente algo que a todos nos ha pasado alguna vez, una señal de que necesitas parar, ajustar cosas y volver a empezar desde otro sitio.
Lo importante es darte cuenta de eso y saber que es temporal y que puedes superarlo.