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Cuando estás es la universidad, sobre todo en época de exámenes, que la carga de trabajo es muy elevada, a menudo tiendes a “abandonarte” y de dejar a un lado algo tan importante como el ejercicio.

Muchas veces por falta de tiempo, otras porque no tienes demasiado dinero, hacer deporte parece misión imposible, y queremos hacerte ver que no es así.

Si no lo tienes a mano, no necesitas un gimnasio enorme ni máquinas sofisticadas para mantenerte en forma, y te lo demostramos con unas rutinas supersencillas que puedes hacer en tu habitación sin necesidad de mucho espacio ni equipo.

La importancia de hacer ejercicio cuando estás estudiando

Aquí podrás encontrar...

Antes de nada, HACER EJERCICIO ES FUNDAMENTAL para la salud de cualquier persona, pero para los jóvenes, tiene beneficios aún mayores, no solo te ayuda a mantener la forma, sino que también mejora la concentración, reduce el estrés y potencia tu rendimiento académico. 

Numerosos estudios demuestran que los estudiantes que realizan actividad física regularmente tienen mejor memoria, mayor capacidad de aprendizaje y menos fatiga mental, además de ser una excelente forma de liberar tensiones después de largas horas de estudio.

Otra cosa es que tus obligaciones te impidan encontrar un momento para hacerlo, pero fíjate: uno de los principales errores al comenzar una rutina de ejercicio es pensar que se necesita mucho tiempo o equipos sofisticados

No es así.

Lo más importante no es la cantidad de minutos que entrenes, sino la constancia, dedicar aunque sea unos 20 o 30, varias veces por semana, es suficiente para empezar y crear un hábito que no te va a costar mantener, e intensificar con el tiempo.

Beneficios de hacer ejercicio en casa

Hacer deporte en casa tiene bastantes ventajas, hablamos de un piso compartido o una residencia donde el tiempo y el espacio pueden ser limitados, y por si no nos crees aquí tienes algunas de ellas:

  • Ahorro de tiempo y dinero, no necesitas desplazarte a un gimnasio ni gastar en suscripciones costosas, con solo unos minutos al día, mejoras tu condición física sin moverte de casa.
  • Mayor comodidad y flexibilidad, Puedes hacerlo en cualquier momento, sin depender de horarios fijos ni de la disponibilidad de equipos.
  • Reducción del estrés, el ejercicio libera endorfinas, lo que te ayuda a mejorar tu estado de ánimo y reducir la ansiedad.
  • Favorece la concentración y la productividad, una rutina de actividad física regular te ayuda a enfocarte en tus estudios, y aumenta tu energía a lo largo del día.
  • Fomenta la disciplina y la constancia, el hábito del ejercicio te enseña a ser más organizado y a gestionar mejor tu tiempo.

Recomendaciones antes de empezar

Antes de lanzarte a hacer ejercicio, es importante preparar bien el lugar y tu cuerpo para evitar molestias o lesiones. 

Busca un lugar seguro

Asegúrate de despejar el espacio que has elegido: retira sillas, mochilas y todo eso que pueda entorpecer tus movimientos, y que provoque que te hagas alguna lesión

Usa ropa cómoda

No necesitas ropa deportiva profesional, pero asegúrate de llevar algo con lo que puedas moverte sin problema, escapa de prendas demasiado ajustadas o incómodas, que solo hacen que quieras acabar cuanto antes para quitártelas

Haz un calentamiento previo (fundamental)

Antes de empezar con los ejercicios más intensos, dedica unos minutos a calentar tus músculos con movilidad articular y estiramientos dinámicos, con eso evitas lesiones y mejoras tu rendimiento.

Mantente hidratado

Aunque estés en tu habitación y no sudes como en un gimnasio, es importante beber agua tanto antes como después de la sesión, tampoco esperes a tener sed, porque igual ese momento no llega, tu cuerpo la necesita mientras hacer cualquier tipo de deporte.

Pon música o un vídeo motivador

Nada mejor que un buen ritmo para mantener la energía alta y hacer que el entrenamiento sea más entretenido, sobre todo al principio que te cuesta más, así escuchando a tu grupo preferido, dar ese paso se hace mucho más llevadero.

Rutina de ejercicios en espacios pequeños

Llego el momento, aquí tienes una rutina sencilla que puedes hacer en menos de 30 minutos, tan solo necesitas un pequeño espacio en tu habitación y muchas ganas de moverte.

Calentamiento (5 minutos)

Antes de ponerte en marcha, dedica un poquito a calentar para preparar tu cuerpo.

  • Saltos en el sitio – 1 minuto
  • Movilidad de brazos y hombros – 30 segundos
  • Rotaciones de cadera y rodillas – 30 segundos
  • Elevación de rodillas alternas – 1 minuto
  • Jumping jacks – 2 minutos

Ejercicios de fuerza y resistencia (15 minutos)

Haz cada ejercicio durante 45 segundos y descansa 15 entre ellos, luego repite toda la serie 3 veces.

Sentadillas

Un clásico que trabaja piernas y glúteos: baja lentamente hasta que tus muslos queden paralelos al suelo y sube controlando el movimiento.

Flexiones de brazos

Si te cuesta hacer flexiones tradicionales, puedes apoyarte sobre las rodillas o hacerlas la pared.

Zancadas alternas

Da un paso adelante con una pierna, baja hasta que ambas rodillas formen un ángulo de 90° y vuelve a la posición inicial, después, alterna con la otra pierna.

Puentes de glúteos

Túmbate boca arriba, apoya los pies en el suelo y eleva la cadera apretando los glúteos.

Cardio sin moverte del sitio (5 minutos)

¿Crees que el cardio solo se puede corriendo al aire libre?

¡Error!, aquí tienes algunos ejercicios que puedes hacer sin moverte de tu habitación:

  • Rodillas arriba (high knees) – 1 minuto
  • Burpees (sin salto si tienes vecinos abajo) – 1 minuto
  • Saltos laterales (si tiene vecinos, evítalo) – 1 minuto
  • Escalador (mountain climbers) – 1 minuto
  • Jumping jacks – 1 minuto

Estiramientos finales (5 minutos)

¡Terminado!

¿Has visto que apenas te ha llevado tiempo?

Bueno, un momento que falta algo superimportante que nunca debes dejar de hacer: sesión con estiramientos para evitar dolores musculares:

    • Estiramiento de cuádriceps, de pie, agarra un pie hacia atrás.
    • Estiramiento de isquiotibiales, intenta tocarte la punta de los pies sin doblar las rodillas.
    • Estiramiento de espalda, cruza los brazos y empuja hacia adelante.
    • Respiración profunda, y relajación final

Consejos extra para motivarte

Como es muy sencillo decirlo, pero mucho menos realizarlo, especialmente cuando tienes muchas tareas y compromisos, vamos con algunos consejos que te van a ayudar:

Hazlo con amigos

En tu resi hay más gente con ganas de moverse, eso seguro y están esperando a que alguien les dé un “empujoncito”, así que propón una sesión grupal, veréis como hacer ejercicio acompañado, es más divertido y te motiva a no rendirte.

Fija un horario

La clave es la constancia, inténtalo, al menos, tres veces por semana, y establece una rutina fija.

Prueba con videos

Hay muchas rutinas guiadas en YouTube que te ayudan a variar los ejercicios para evitar la monotonía.

Escucha a tu cuerpo

No se trata de entrenar hasta el agotamiento, eso nunca acaba bien, si te sientes muy cansado, ajusta la intensidad de los ejercicios en función de tu energía, y condición física.

Ya lo has visto: no necesitas apenas espacio, ni equipo, para ponerte en forma, y tampoco mucho dinero, solo recuerda que la clave no es hacer sesiones largas e intensas de vez en cuando, sino ser constante y mantener una rutina que te ayude a sentirte bien y con energía todos los días. 

Ahora ya lo dejamos en tus manos, solo tienes que animarte y empezar hoy mismo, verás como en pocas semanas notarás la diferencia en tu bienestar.

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