El término, “consumo sostenible” es algo que no dejamos de escuchar, no solo en los medios, en redes, o en cualquier otro canal de difusión de información, sino en cada conversación con familia y amigos, en las que hay discrepancias en los dos bandos, sobre el medio ambiente y el futuro de nuestro planeta.
¿Qué significa realmente consumo sostenible?, y vamos un poco más allá, ¿cómo podemos ponerlo en práctica en nuestra vida diaria?
¿Qué es el consumo sostenible?
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El consumo sostenible implica tomar decisiones de compra y estilo de vida teniendo en cuenta el impacto ambiental, social y económico a largo plazo.
Se trata de satisfacer tus necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para disfrutar de las suyas, esto implica, principalmente, reducir la generación de desperdicios, utilizar recursos de manera eficiente, y apoyar prácticas comerciales éticas.
Ahora bien, como cualquier acción, así, leída puede quedar más o menos clara, lo complicado es tener la certeza de cómo ponerlo en práctica.
Pon en práctica el consumo sostenible
Se trata de optar por un estilo de vida que tenga en cuenta los recursos de los que disponemos y concienciarnos de que no son ilimitados, y debemos respetar el uso que el resto también necesita.
01.-Conciencia y educación
El primer paso, edúcate sobre los problemas ambientales, y sociales, asociados con el consumo desmedido, infórmate sobre la procedencia de los productos, sus impactos ambientales y las prácticas de las empresas, eso te puede ayudar a tomar decisiones más conscientes.
02.-Reducir, reutilizar, reciclar (las tres)
La regla de oro del consumo sostenible, reduce la cantidad de productos que compras, reutiliza lo que ya tienes, y recicla lo que ya no necesitas.
La combinación de esas tres acciones es una muy buena manera de minimizar tu impacto ambiental.
03.-Elegir productos sostenibles
Optar por productos fabricados con materiales reciclados o biodegradables, y certificados como orgánicos o de comercio justo, marca la diferencia, además de apoyar a empresas que tienen prácticas éticas y transparentes, promueves un mercado más responsable.
04.-Ejemplos de hábitos sostenibles
Por si no sabes por dónde empezar, puedes hacerlo por aquí:
- Utiliza bolsas reutilizables en lugar de las tradicionales de plástico.
- Elige productos locales y de temporada para reducir la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos.
- Ahorra energía apagando luces, y dispositivos electrónicos, cuando no se están utilizando.
- Opta por el transporte público, la bicicleta o caminar en lugar del coche, siempre que sea posible.
- Reduce el consumo de carne, opta por una dieta más basada en plantas, que requiere menos recursos naturales.
Cómo impulsar el consumo sostenible
Aunque es una ayuda preciosa, no es suficiente que tú, de manera independiente, tome decisiones, en lo referente al consumo, encaminadas a la sostenibilidad y la responsabilidad el la utilización de recursos.
Puedes, además, concienciar a otros de ese entorno que te rodea, y, con eso, aumentar de manera ilimitada el alcance de tus acciones.
Organizar eventos y campañas
El consumo sostenible no solo es una responsabilidad individual, sino también una oportunidad de un futuro más justo y equitativo para todos, así que somos todos los que debemos involucrarnos.
Organiza y participa en eventos o campañas que impulsen este cambio en el resto de jóvenes, para que los implicados seamos cada vez más.
Crear grupos de estudiantes concienciados
Tienes montones de oportunidades, con tus compañeros de residencia, de clase, tu grupo de amigos,…, invítalos a promover prácticas sostenibles, y realizar acciones colectivas, como limpiezas de playas o recogidas de basura en áreas locales.
Involucra a la administración universitaria
Anima a los organismos a que adopten políticas más sostenibles, como la reducción del uso de plásticos de un solo uso o la implementación de programas de reciclaje, en el campus universitario.
5 peligros de la no concienciación del consumo sostenible
En una sociedad donde el consumo desenfrenado y poco reflexivo está a la orden del día, se sufren a la larga, consecuencias profundas y peligrosas que afectan tanto al medio ambiente, como a la calidad de vida, ya sea de personas como de animales.
01. Agotamiento de recursos naturales
No ser conscientes de nuestras decisiones de consumo y de su impacto, nos lleva a sobreexplotar los recursos naturales de manera desorbitada, algo que, más pronto que tarde, agota todo eso que tanto necesitamos, agua, energía y materiales no renovables, sin los cuales no es posible la vida.
02. Degradación del medio ambiente
La falta de concienciación conduce a prácticas que causan daños significativos al medio ambiente, como la deforestación, la contaminación del aire y del agua, y la pérdida de biodiversidad.
Impactos no solo afectan a los ecosistemas naturales, sino también a la salud humana y al bienestar de los animales.
03. Cambio climático
El consumo excesivo de recursos, y la dependencia de combustibles fósiles para nuestras necesidades energéticas, llevan al límite al planeta.
La falta de concienciación sobre la conexión entre las acciones diarias y el calentamiento global, contribuye a la inacción, y dificulta los esfuerzos para suavizar sus efectos, que llevan a ser devastadores.
El consumo insostenible no solo tiene consecuencias ambientales, sino también sociales, las comunidades marginadas y los países en desarrollo son más afectados por este consumo desmedido, y este exceso de producción no ética.
05. Pérdida de calidad de vida
Como último punto, queremos destacar que, esta manera de no tener en cuenta lo que usamos, y no valorar cómo podemos reducir este consumo no necesario, amenaza nuestra calidad de vida hoy, ya lo está haciendo, y pone el peligro la de los que vienen detrás de nosotros.
Desde la contaminación del aire y del agua hasta la pérdida de espacios verdes y la disminución de la seguridad alimentaria, los impactos del consumo insostenible afectan a todos los aspectos de nuestro día a día.
Como parte de esta generación, tienes la obligación de concienciarte, y de concienciar al resto, de lo mucho que está en juego.
Con pequeñas acciones como estas, pero de manera continuada, vas a formar parte de esa comunidad de jóvenes dispuestos a salvar el planeta, y nosotros estaremos a tu lado.