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Alergias primaverales

Llega la primavera, el clima se vuelve más cálido, el campo se llena de flores y los días se alargan.

Visto así, todo parece maravilloso, pero no lo es tanto, la primavera también trae con ella un enemigo que no se ve, aunque se sufre: las alergias primaverales

Aunque pensemos que tener alergia es algo sin importancia, que se limita a unos pocos estornudos, para nada es así, ya que hace muy difícil la vida de quien la sufre.

Por eso, no está de más que sepamos todo lo posible de las alergias, y de cómo afrontarlas.

¿Qué son las alergias primaverales?

Aquí podrás encontrar...

Cuando llega la primavera es inevitable hablar de alergias, algo que no tiene edad, por lo que cualquiera puede verse afectado por ellas.

Las alergias primaverales, o rinitis alérgica estacional, como prefieras, son una respuesta exagerada del sistema inmunológico a distintas partículas como el polen de árboles, flores, hierba o maleza que se liberan en el aire durante la primavera.

Cuando ingresan en el cuerpo desencadenan una serie de síntomas supermolestos, la forma de reacción exagerada de nuestro organismo a una sustancia que reconoce como dañina llamada “alérgeno”, que suelen ser proteínas.

Alergias, sí, pero, ¿a qué?

Hay muchas, pero las más frecuentes son: alimentos, fármacos, polen, o pelo de animales y ácaros del polvo.

Como puedes ver, hay una gran variedad de posibles alergias que pululan por tu día a día y que te afectan por lo cotidiano y la facilidad de que entres en contacto con ellas.

El principal agente causal de las alergias en primavera es el polen de algunas plantas, en segunda posición, los ácaros del polvo, que aunque están presentes todo el año, encuentran, en la primavera, unas condiciones de temperatura y humedad increíbles para crecer.

La alergia tiene un fuerte componente hereditario, y es normal que las personas que las sufren tengan familiares con enfermedades alérgicas: asma, rinitis atópica o alergia a alimentos, por eso mismo es importante realizar un estudio alergológico precoz en cuanto notes que hay síntomas, para poner el tratamiento más adecuado.

Prueba para detectar alergias

Cómo actuar frente a las alergias primaverales

Cuando tienes alguno de los síntomas claros, actúa cuanto antes.

Consulta a un médico

Ve a tu médico de cabecera, o directamente a un alergólogo, para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

Aléjate del polen 

Intenta evitar salir cuando los niveles de polen son altos, especialmente en días secos y ventosos.

Ventanas cerradas 

En casa, el trabajo y también el coche, no se te olvide, para evitar que entre.

Mascarillas y gafas de sol 

Si tienes que salir en días de alta concentración de polen, considera usarlas, es una manera de reducir la exposición al máximo.

Tu ropa a la lavadora, tú a la ducha

Al regresar a casa, después de pasar tiempo al aire libre, lávate el cabello y la ropa para eliminar cualquier rastro de polen que puedas llevar contigo.

Antihistamínicos

Ayudan a aliviar los síntomas de las alergias primaverales, bien, pero no lo hagas “a lo loco”, siempre sigue las indicaciones del médico o farmacéutico, evita que por intentar terminar con unos síntomas, por desconocimiento, provoques otros.

¿Cuándo comienzan las alergias primaverales?

Por lo general, cuando las plantas comienzan a liberar polen, lo cual puede variar según la ubicación geográfica y el clima, aquí, en la mayor parte de las regiones, alcanza su punto máximo en los meses de abril y mayo.

Es, por tanto, la época más peligrosa por la virulencia con la que aparece y que ataca a muchas personas, la primavera, pero en la actualidad, el cambio climático hace que todo se acelere y nada ocurra cuando debería.

Este calor tempranero anticipa lo que antes sucedía en abril, para que ahora lo haga ya en marzo.

¿Resfriado o alergia?

No es sencillo, a veces los síntomas coinciden, o hasta se superponen y hace que te sientas todavía peor.

Aun así, vamos a ver si podemos darte unas pautas para que, en lo posible, los diferencies.

Síntomas de resfriados

Son generalmente causados por un virus como el rinovirus, que se contagia fácilmente de persona a persona.

Los síntomas del resfriado pueden aparecer en cualquier momento del año, pero son más comunes durante los meses más fríos, y duran unos pocos días, aunque se te hacen eternos, esos sí.

Los más típicos incluyen congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos, fatiga y, a menudo, fiebre baja, además de que te sientes agotado y somnoliento.

Chico resfriado tumbado en un sofá

Síntomas de la alergia primaveral

En la mayor parte de los casos, como te hemos comentado antes, comienzan cuando las plantas empiezan a liberar polen, en primavera, si el cambio climático lo permite, y pueden durar semanas o incluso meses, dependiendo de los niveles de polen en el aire.

Los síntomas frecuentes incluyen estornudos repetitivos, picazón en los ojos, nariz y garganta, congestión nasal y, en los peores casos, tos y fatiga.

¿Cómo distinguir un resfriado de una alergia primaveral?

Si tus síntomas persisten durante varias semanas, o meses, es más probable que se trate de alergia primaveral en lugar de un resfriado, que tiende a durar solo unos pocos días.

Los resfriados pueden ir acompañados de fiebre baja, mientras que las alergias rara vez la causan.

Los síntomas de las alergias primaverales tienden a empeorar al aire libre, especialmente en días ventosos y secos cuando los niveles de polen son altos.

Si tienes antecedentes de alergias estacionales y experimentas síntomas similares cada primavera, es más probable que estés lidiando con alergias en lugar de un resfriado.

¿Qué hacer ante cada uno?

Si no estás seguro de estar batallando contra un resfriado o una alergia, consulta a un médico o alergólogo para obtener un diagnóstico preciso.

Si se trata de alergias, sigue las recomendaciones que te hemos dado antes, y protégete de las zonas al aire libre que las desencadenan.

Si tienes un resfriado, descansa, mantente hidratado, y acude a la farmacia para que te aconsejen un medicamento adecuado a cómo te sientes, y evita el contacto directo con tu entorno, estos síntomas son fácilmente contagiosos.

 

Por mucho que queramos impedirlo, si somos propensos a las alergias primaverales, cada año vamos a sufrirlas con mayor o menor molestia, y no queda otra que intentar pasarlas lo mejor posible.

Sobre todo si vives en un entorno rodeado de naturaleza, ármate de paciencia, (y antihistamínicos), y confía en que, en pocos días, los síntomas desaparecen.

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