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Largas jornadas de estudios, días (y noches) enteras con amigos, entrenamientos, competiciones, reuniones familiares, viajes, …, seguro que te suena.
Son muchas de las actividades que haces a menudo y, si no te coinciden todas a la vez, algunas, por su intensidad, te piden más de lo que puedes dar.
La decisión de “ayudarte” con bebidas energéticas es una muy mala idea, que, en poco tiempo, vas a notar cómo te afecta (spoiler: mal).
Lo primero, ¿sabes qué estás bebiendo?, ¿sabes qué son las bebidas energéticas?
¿Qué son, realmente, las bebidas energéticas?
Aquí podrás encontrar...
En esencia, son refrescos que contienen altas concentraciones de cafeína, azúcares, y otros estimulantes como taurina y guaraná, con un objetivo: proporcionar un estímulo rápido.
A día de hoy, se han convertido en la elección preferida para combatir la fatiga y mejorar el rendimiento, especialmente entre el público formado por adolescentes y jóvenes, que se dejan llevar por un marketing espectacular dirigido hacia ellos.
¿Cómo afectan a tu cuerpo?
Mal, te hacen daño, si bien no lo notas en ese momento, ni en los días siguientes, en poco tiempo, abusar de ellas tiene unas consecuencias muy diferentes a lo que te hacen sentir cuando las tomas.
01.-Sobrecarga de cafeína
Contienen niveles extremadamente altos de cafeína, mucho más allá de la que se encuentra en una taza de café típica, y puede provocar nerviosismo, insomnio, e, incluso, aumentar el riesgo de problemas cardíacos.
Esto, en personas ya propensas a sufrir cualquiera de estos síntomas significan un peligro mucho más grave e inmediato.
02.-Exceso de azúcares
Su contenido es asombroso, y su consumo no hace más que cargarte con unas calorías vacías que contribuyen a un aumento de peso, y de riesgo de desarrollar problemas de salud a largo plazo, como la diabetes tipo 2.
03.-Desequilibrio de electrolitos
Combinar estimulantes y altas concentraciones de azúcar termina en un desnivel en los electrolitos del cuerpo, que afectan a tu hidratación y a tu salud cardiovascular.
¿Por qué son tan populares entre los jóvenes?
Sí, te ofrecen un estímulo instantáneo, y muchas veces estás muy tentado a dejarte llevar por él, pero debes conocer los peligros asociados que te acabamos de comentar.
Esta popularidad alarmante, por otro lado, es influida por tu entorno y por el miedo a no participar, o a perderte algo.
Publicidad atractiva y “muy bien dirigida”
La publicidad ingeniosa y la excesiva presencia en redes sociales ayudan mucho a que esta popularidad sea sólida y duradera, con una imagen de frescura y vitalidad, con la que te identificas.
En un mundo como el universitario, donde la presión académica es brutal, encontrar métodos para seguir el ritmo, y no quedarse atrás es esencial.
Mantenerte despierto largas noches y concentrado largos días es cada vez más necesario si no quieres abandonar el complicado curso académico donde estás metido.
Por no hablar de tu entorno social, estos consejos, no tan buenos, que te dan y que sigues, confiando en unos resultados, a la larga, perjudiciales.
En ambos casos, las bebidas energéticas parecen ser la decisión perfecta.
Marketing hacia mejorar el rendimiento
Una publicidad que logra una enorme conexión con el público al que se dirige, la audiencia estudiantil.
Muchas de ellas ya se comercializar con esa intención, llegar al público joven y crear esa falsa imagen de mejora del rendimiento, académico y deportivo
El peligro de mezclar bebidas energéticas y alcohol
Caer en esta combinación en una trampa diabólica enmascarada en un mar de emociones, y de una energía inagotable para estar despierto, y activo, durante horas y horas.
Experimentas dos efectos opuestos: la excitación de la cafeína y la depresión del alcohol, que, juntos, no hacen más que engañar a tu cuerpo y a tu cerebro para que continúes, con consecuencias nada beneficiosas para ti.
Riesgo de consumo excesivo
Disminuyen la sensación de embriaguez, ya que la cafeína disfraza los efectos del alcohol, y te lleva a subestimar tu nivel de intoxicación, con el peligro de un aumento de su consumo de alcohol, sin darte cuenta de lo que estás haciendo.
Unas consecuencias asociadas a esto son la pérdida de coordinación, y la toma de decisiones nada prudentes.
Impacto en tu sistema cardiovascular
El alcohol es un depresor del sistema nervioso, la cafeína, un estimulante, juntos generan una tensión en el corazón, y aumentan el riesgo de arritmias cardíacas y otros problemas cardiovasculares, más peligrosos todavía si ya sufres de estas patologías.
Deshidratación inevitable
Ambos tienen propiedades deshidratantes, al combinarlos, se duplica la posibilidad de que te deshidrates, y sufras efectos secundarios, como dolores de cabeza, náuseas y fatiga.
Impacto en tu salud mental
Combinar estimulantes y depresores con asiduidad, termina por afectar, también, a tu salud mental, deriva en un aumento de ansiedad, irritabilidad y falta de sueño, un ciclo muy perjudicial para tu bienestar emocional.
Alternativas al consumo excesivo de bebidas energéticas
Tenemos unas recomendaciones por las que puedes decantarse para evitar este consumo excesivo que no te va a llevar a “buen puerto”, y por las que te aconsejamos que te decidas en su lugar.
Hidratación adecuada
Opta por agua como tu bebida principal, es fundamental para mantener altos niveles de energía, y el funcionamiento adecuado de tu cuerpo, según las actividades a las que lo expongas
Lleva contigo una botella de agua reutilizable para asegurarte de estar hidratado durante todo el día.
Té verde
El té verde es una alternativa perfecta a las bebidas energéticas, contiene cafeína, pero en cantidades más moderadas, y está lleno de antioxidantes beneficiosos para ti.
Sin olvidar que te proporciona una liberación de energía más equilibrada de la que te puede hacer sentir cualquier bebida energética.
Snacks energéticos saludables
Pásate a snacks que te proporcionen también energía, como frutos secos, yogur natural con frutas, o barras de granola, alimentos que te ofrecen proteínas, grasas saludables, y carbohidratos, y mantienen tus niveles de energía para aguantar sin que perjudique a tu salud
Duerme y descansa
No subestimes el poder del descanso.
Asegúrate de mantener tu ciclo de horas del sueño y de descanso para no agotar tus energías diarias, es, en esos momentos, cuando tu cuerpo se recupera y se recarga para aguantar un día más sin necesidad de aportes extras.
Haz ejercicio de manera regular
La actividad física regular es clave para aumentar la energía sin necesidad de mucho más que una alimentación sana, y un descanso suficiente
Planifica sesiones de ejercicio en tu día a día, deja siempre un hueco para caminar, montar en bici, nadar, o el tipo de ejercicio que prefieras, si es al aire libre, mejor.
En lugar de depender de soluciones rápidas, y que comprometan tu salud te animamos a adoptar hábitos de vida saludables, que no solo se encaminan a un aumento de tu rendimiento puntual, sino que se dirijan a la creación de hábitos saludables y equilibrados.
Para conseguir ambos, aléjate del consumo excesivo de bebidas energéticas, la sensación que prometen no es ni duradera, ni te beneficia.
