(Ninguna valoración todavía)
Cargando...
Cada 26 de abril, desde que, en el año 2000, fuera decretado por la ONU, celebramos el Día Internacional de la Propiedad Intelectual, un día en el que se quiere divulgar la importancia que tienen los derechos de los creadores.
Toda obra tiene su valor, y hay que dárselo, igual que a quien la ha creado.
Desde la Residencia Universitaria Montepríncipe, fomentamos la innovación y la creatividad, y queremos darle el valor que le corresponde, por derecho propio, y celebrarlo contigo.
Te contamos un poquito más de este día en este artículo.
¿Qué es la propiedad intelectual?
Aquí podrás encontrar...
El conjunto de todos los derechos que corresponden a los autores y titulares de las obras.
La ley de la Propiedad Intelectual quiere proteger los derechos de los creadores, algo esencial, para asegurar y valorar su trabajo.
De eso se trata la celebración de este día, de posibilitar las actividades de investigación, creatividad, innovación y desarrollo de empresas y personas independientes, dando especial relevancia a su trabajo, y evitando que, de él, se aprovechen los demás.
La propiedad intelectual es uno de los activos más importantes de una sociedad.
Se dirige a obras literarias y artísticas, desde poemas, pinturas y fotografías, pasando por programas informáticos.
Proteger marcas, patentes y diseño de ideas, en los campos literarios, científicos, industriales y artísticos, hace destacar a empresas para alcanzar una mayor cuota de mercado, y ampliar su ámbito de actuación, tanto nacional como internacional.
Con esta ley se evita que terceros se puedan aprovechar del trabajo de estas personas.
Un día como este tiene en cuenta a quienes han trabajado mucho para conseguir algo difícilmente reconocible, y fácilmente utilizable sin su permiso.
Una obra es diferente a un producto.
Un producto, un objeto, necesita de una patente, obligatoriamente, para poder demostrar quien lo ha creado.
En el caso de las obras artísticas y literarias, no.
El proceso es la inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual, pero no es obligatorio para reconocer al autor.
Solamente el haberlo creado, da la figura de propietario, el problema viene cuando no es fácil demostrar quien ha sido el primero en tener esa idea o en dar lugar a esa obra.
Los derechos de autor
Es importante que des valor a tus propias creaciones y que estén protegidas, para que no se usen si tú no quieres.
Del mismo modo, es imprescindible que respetes las que ha hecho el resto, no puedes aprovecharte de los compañeros, como no dejas que lo hagan de ti.
Ser un autor reconocido de una obra, te permite impedir su reproducción, copia y venta, tú eres el único con derecho a hacerlo, y sacar partido por ello.
Los artistas se ganan la vida con sus obras y deben ser reconocidos, ellos y el trabajo que realizan y no aprovecharse sin su consentimiento.
Estos creadores necesitan herramientas y recursos para proteger sus obras, además de leyes que les respalden, o nunca van a ser ni reconocidos ni valorados.
Todo creador tiene derecho a disfrutar de los beneficios que generen sus trabajos, y a decidir sobre su utilización.
¿Cuáles son esos derechos?
Hay dos tipo de derechos intrínsecos a todo creador
Derechos morales, los que le acompañarán toda su vida, a él y a sus herederos.
El reconocimiento a ser su creador, con ellos consigue un respeto a su integridad y a no alterarla.
Derechos patrimoniales, poder permitir, o prohibir, el uso de la obra, puede exigir una retribución, por uno o por lo otro.
¿Cómo protejo mi obra?
Tener una idea y evitar que otra persona se aproveche de eso pasa por el Registro de Propiedad Intelectual, así impides se use y comercialice sin tu permiso.
Al no ser obligatorio, tu obra es tuya en el momento en el que la creas, eso sí, si no realizas ese paso, al no tener nada que te dé la razón, es posible que alguien te pueda quitar tu idea.
Para que no sea tan fácil y tengas algo en que apoyar su afirmación, debes hacer la reserva de los derechos de esa obra indicando el copyright en todo lo que realices y que quieras que quede claro quién es el propietario.
La piratería y el plagio
La piratería y el plagio son dos formas de violar los derechos de propiedad intelectual.
Ambos, infringen los derechos de autor, tanto morales como patrimoniales.
Hoy, el mundo digital facilita demasiado esta posibilidad y es muy sencillo copiar el trabajo de otros sin que, en muchos casos, su autor se entere, o sí lo hace, pero no puede impedirlo.
Plagio
Cuando te das cuenta de que alguien ha creado algo muy similar, sino idéntico, a una obra tuya.
Es muy complicado de demostrar.
Es posible que varias personas, incluso influenciados por otras circunstancias, puedan llegar a la misma conclusión y realicen un mismo trabajo.
Demostrar que no es así y que esa similitud se debe a una copia de lo que tú has hecho es complicado, y cualquier dato que puedas presentar es importante.
Si no has realizado el registro, que es lo más habitual, son necesarias pruebas como un documento, o un email, o una conversación grabada, que apoye que mostraste a alguien tu trabajo, que deje claro ese momento y que justifique que fuiste el primero.
Cuando se reconoce la autoría, la persona que copia atenta contra los derechos de autor.
Piratería
En el caso de un producto físico, como un libro, el momento en el que lo compras, te conviertes en su propietario y adquieres los derechos de hacer lo que te interese con él.
Puedes regalarlo y venderlo, pero ese ejemplar, no los millones que puedes conseguir con él.
No puedes realizar otro, ni comercializarlo, fotocopiar libros está prohibido y en ninguna imprenta te lo va a hacer.
En el mundo digital, la cosa es todavía más difícil.
La facilidad para copiar y distribuir material online es enorme, y un trabajo de este tipo, en cosa de minutos, está distribuido por todo el mundo.
Existen cánones y sistemas antirrobo que intentan evitar estas acciones, pero es muy complicado.
Un papel importante para evitar violar la Ley de Propiedad Intelectual lo tienen las universidades.
En ellas se empieza a proteger los derechos desde el mismo momento de la creación de una obra.
Tú, como universitario, tienes en tu mano evitar el uso ilegal del trabajo de otro, y de impedir que se utilice el tuyo si no quieres, o de una manera que no te parece la adecuada.
Este día, el 26 de abril, es un día importante para todos los creadores, y también para la Residencia Universitaria Montepríncipe, os apoyamos y nos enorgullece contar con muchos de vosotros cada año.
