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14 febrero, San Valentín

Un año más, llega el Día de los Enamorados, ese día que parece que, si no lo celebras, ya sea porque no lo estás o, sencillamente, no te apetece hacerlo, te quedas al margen del resto.

Quizás antes era así, pero ya no.

En medio del despliegue de corazones y la efervescencia comercial que acompaña a San Valentín, muchos jóvenes están optando por darle la espalda a esta festividad. 

Cada vez más personas, no solo los jóvenes, aunque sí especialmente, se cuestionan la necesidad de celebrar este día, y prefieren alejarse de las convenciones establecidas. 

San Valentín, o anti San Valentín

Aquí podrás encontrar...

Hay razones suficientes para estar en uno u otro bando, y todas igual de importantes para quien las defiende.

Si estás enamorado, si te gusta este día y piensas celebrarlo junto a tu pareja, como ambos os merecéis, ¡enhorabuena! 

Si no lo estás, o si no te apetece seguir la corriente, también estás de celebración, cada vez hay más personas que piensan igual y que se unen al colectivo “anti San Valentín”, una elección tan válida como cualquier otra y que, en cierto modo, se presenta liberadora.

Razones para NO celebrar San Valentín

Empecemos, que hay varias:

Consumismo

San Valentín ha sido ampliamente comercializado, convirtiéndose en una fiesta que impulsa al gasto desenfrenado, las tiendas se llenan de ositos de peluche, tarjetas cursis y chocolates en forma de corazón, todo diseñado para hacerte sentir obligado a comprar, y demostrar tu amor a través de objetos materiales. 

El amor, ¿se tiene que celebrar solo un día?

Para muchos, la idea de celebrar el amor en un solo día del año parece artificial e incluso restrictiva, el amor es algo que debe celebrarse y cuidarse todos los días, no solo el 14 de febrero.

La presión social para tener pareja, o demostrar constantemente nuestro amor en esta fecha, llega a ser estresante en aquellos que no están en una relación romántica, o que prefieren expresar su afecto de manera más espontánea y personal.

Pareja besándose con globos de corazones rojos

Pérdida de autenticidad

La tendencia de no celebrar San Valentín también está vinculada a un cambio cultural más amplio hacia la autenticidad y la autoaceptación. 

Cada vez más jóvenes priorizan su bienestar emocional y rechazan las expectativas, poco realistas, impuestas por la sociedad y los medios de comunicación, y toman el camino de no celebrar San Valentín.

Es una decisión tan respetable como lo es el unirte a este día, pero que, en caso de tomarla, es parte de este proceso de reevaluación de tus prioridades, y de liberarte de las presiones externas de esa imagen que tenemos todavía del ideal romántico.

San Valentín, sí o no, pros y contras

No celebrar San Valentín no significa necesariamente renunciar al amor, o a las relaciones románticas, sino más bien cuestionar las convenciones sociales y optar por formas más auténticas y significativas de expresar y vivir el amor.

Esta tendencia en aumento de no celebrar esta festividad, es un recordatorio de que el amor no se puede condensar en un solo día, ni en regalos materiales, sino que se manifiesta a través de la conexión, el cuidado mutuo y la aceptación incondicional, y lo hace todo el año.

Pros de celebrar San Valentín

Celebrar con tu pareja el Día de los Enamorados, no nos engañemos, tiene muchas cosas buenas, y esperamos ansiosos este día para hacer algo especial con esa persona de la que estamos enamorados.

Expresar (lo que sientes)

Una ocasión especial para expresar tus sentimientos hacia tu pareja, ya sea a través de gestos románticos, regalos o tan solo pasando más tiempo juntos.

No significa que el resto del año no lo hagas, sino que este día lo aprovechas para consolidarlo y demostrar lo que sientes por esa persona tan especial, de una manera diferente.

Reforzar (vuestra conexión emocional) 

Participar en actividades románticas, o compartir momentos especiales en este día, fortalecen los lazos emocionales que ya tenéis en la relación, y es una manera más de crear recuerdos juntos, duraderos y muy importantes para vosotros.

dos manos entrelazadas y dos tazas de café

Disfrutar (de un ambiente romántico)

La atmósfera de San Valentín, con sus decoraciones temáticas y su enfoque en el amor, ayuda a dar forma a un ambiente propicio para avivar la chispa en las relaciones, y para dar rienda suelta a los sentimientos de muchas parejas que ven en este día el momento idóneo para demostrar lo que sienten.

Disfrutar de ese momento es increíble y muy esperado por un montón de enamorados.

Compartir (tiempo y situaciones)

En la rutina diaria, a menudo es fácil descuidar la relación debido a las responsabilidades y las ocupaciones, San Valentín sirve como un recordatorio para priorizar y dedicar tiempo de calidad a tu pareja.

Vivir juntos este día tan especial para ambos es una bonita manera de dar solidez a vuestra relación

Contras de celebrar San Valentín

Bueno, también los hay…

Comercialización excesiva

San Valentín ha sido exageradamente comercializado, hasta el punto que parece que solo se basa en si regalas o no algo, y no en lo que importa de verdad, el tiempo de estar con esa persona y cuidar la relación, lo que se hace día a día.

Participar en esa vorágine lleva a una presión innecesaria, parece que es obligatorio gastar dinero en regalos costosos o cenas lujosas, y crea expectativas poco realistas sobre qué constituye una expresión adecuada de amor.

Muchos regalos de San Valentín

Presión social

Existe una presión social significativa para estar en una relación, o participar en actividades románticas en San Valentín, y puede generar estrés o ansiedad para aquellos que no tienen pareja, o que prefieren celebrar de manera más discreta, sin tantos regalos materiales ni salir a sitios espectaculares.

Muchas veces eso no es posible, y hace sentir que no se está a la altura de la otra persona.

Dejarse llevar por lo que hace el resto pone a muchas parejas en una comparativa, se tiende a valorar el amor por la cantidad de dinero que se invierte en él.

Pérdida de autenticidad 

Para algunas personas, la celebración de San Valentín es algo forzado e innecesario, y en lo que no creen para nada, lo hacen porque se ven obligados a hacer lo que hace el resto.

Este tipo de muestras de afecto que se apoya en el materialismo, hace perder la autenticidad de las personas y de las relaciones, que actúan bajo la presión de tener que cumplir con unas expectativas.

Expectativas poco realistas

San Valentín, a menudo, crea expectativas poco realistas sobre el amor y las relaciones, lo que puede llevar a sentimientos de decepción, o insatisfacción, cuando las experiencias no cumplen con estas expectativas idealizadas.

 

La decisión de celebrar San Valentín, o no, depende de tus preferencias personales y de las de tu pareja, y de cómo deseáis expresar y vivir vuestro amor.

Lo más importante es la celebración de que estáis felices juntos, lo puedes aprovechar este día para visibilizar lo que haces el resto del año.

Seas como seas, pro o anti San Valentín, tengas o no pareja, lo esencial es la relación que tienes contigo mismo, algo que debes cuidar y proteger cada día.

En todo caso, un año más ¡Feliz San Valentín!

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