Una fecha que convoca al mundo a volcarse sobre la lectura, las editoriales, las librerías y organizaciones afines es el Día del Libro. Esta conmemoración tuvo su origen en España y se mantiene en la actualidad con la participación de adeptos sedientos de novedades editoriales, nuevos autores, géneros y la expectativa sobre los eventos que organizan instituciones públicas y privadas y ONGs alrededor de este acontecimiento.
Este año el Día del Libro es el lunes 23 de abril y, como ya es costumbre, existen cientos de eventos para conmemorar la fecha que guarda relación con el fallecimiento de William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega y que dio origen a la idea de dedicar un día especial al libro.
El Día del Libro fue una idea original del escritor Vicente Clavel Andrés, quien la propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, donde fue aprobada en 1925. Un año después, el rey Alfonso XIII firmó un Decreto por medio del cual se creaba oficialmente la Fiesta del Libro Español. Más adelante, en 1930, se instituyó definitivamente el 23 de abril como Día del Libro.
Por otra parte, la Unión Internacional de Editores propuso esta fecha a la Unesco con la finalidad de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual, a través del derecho de autor. La Unesco, aprobó esta propuesta en 1995, y a partir de esa fecha el 23 de abril es, según la Unesco, el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor.
Asimismo, en el año 2001, la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y La Cultura, tuvo la iniciativa de nombrar a Madrid como Capital Mundial del Libro. A partir de entonces, cada 23 de abril, un comité conformado por representantes de la Unesco y de varios organismos afines como editoriales, librerías y bibliotecas, elige a diversas ciudades que a nivel mundial realizan durante el año actividades culturales relacionadas con los libros.
Así, en 2002 la Capital Mundial del Libro fue Alejandría en 2003 fue Nueva Delhi a continuación las ciudades galardonadas con este merito fueron Amberes, Montreal, Turín, Bogotá, Ámsterdam, Beirut, Liubliana, Buenos Aires, Ereván, Bangkok, Port Harcourt, Incheon, Breslavia, Conakry y la ciudad de Atenas, la cual corresponde a este 2018.
En nuestra residencia universitaria nos regocijamos ante el significado de esta importante fecha e instamos a los estudiantes que hacen vida en nuestras instalaciones a atesorar la cultura, la diversión, la fantasía, la educación y todas las cosas maravillosas que en cada libro nos aguarda.
Leer, escribir, hablar
Mucho se ha investigado y escrito acerca de los beneficios de la lectura, de la cantidad de ventajas que trae para el ser humano el hábito de leer diariamente. Existen estudios que dan cuenta de que se trata de una actividad que activa la mente y puede prevenir enfermedades neurodegenerativas. Esto al fortalecer las conexiones entre las neuronas mediante el estímulo de la actividad cerebral, al tiempo que aumenta la reserva cognitiva del cerebro.
Con la lectura, el cerebro realiza mejor sus funciones, aumenta la velocidad de respuesta, estimula el pensamiento, ordena mejor las ideas y sus respectivas interrelaciones. Mejora la memoria, estimula la comprensión, la memoria, la imaginación, facilita la interacción, facilita el desarrollo de temas de conversación, lo cual deriva en aumento y mejora de las relaciones sociales.
Otros beneficios son: favorece la escritura, ya que una persona que lee una buena cantidad de libros al año tiene mejor léxico y en consecuencia responde con mayor facilidad al reto de escribir sobre cualquier tópico. Agudiza la astucia de las personas, estimula el intercambio de información, conocimientos, percepción, la concentración, la empatía, análisis e interpretación de textos.
Durante el tiempo de lectura, se activan algunas regiones del cerebro que favorecen los procesos de imaginación a partir de la narración y descripción presentes en la lectura, incluso, los estudiantes exitosos tienen mejores habilidades a la hora de expresarse porque maneja un vocabulario amplio y adecuado.
Hábitos de lectura en España
De acuerdo con un estudio sobre los hábitos de lectura y compras de libros en España durante 2017, hubo una mejora en los índices de lectura en este país, al notarse un incremento en el número de lectores de libros hasta 65,8%, y 59,7% de los españoles lee en su tiempo libre, y no necesariamente por trabajo o estudios.
Según este estudio, las mujeres tienen mayor tendencia a leer libros y revistas así como contenido en redes sociales, los hombres por su parte leen más la prensa, cómics, blogs y foros en línea.
Por otra parte, la falta de tiempo sigue siendo la principal razón de los que no leen para explicar su falta de hábito, entre los que se cuenta un 47,7%.
Asimismo, Madrid sigue en la cúspide de la pirámide de ciudades con mayor índice de lectores, y las comunidades autónomas de Asturias, La Rioja, Navarra, Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía, son las que desde 2011 registran un mayor aumento de la lectura de libros en su tiempo libre.
Otro dato relevante es que 40,3% de la población solo lee en papel, mientras que 20% lee, en su tiempo libre, libros digitales. El lector digital, dice el estudio, es más intensivo, y lee en promedio, 16,7 libros al año, frente a los 11,6 del lector que lee en papel.
También destaca el hecho de que 80% de los jóvenes españoles entre 10 y 14 años son lectores frecuentes, a partir de entonces se reduce el porcentaje de lectores y aumenta la preponderancia de la lectura digital; además, 76,3% de los españoles mayores de catorce años lee algún tipo de contenido en digital, 18 puntos por encima de la cifra de 2012, según el barómetro sobre hábitos de lectura y compra de libros.
La lectura de libros digitales es menor que la de prensa o redes sociales, pero está aumentando de manera importante, y de 11,7% en 2012 pasó a 27,2% en 2017.
También llama la atención que la lectura en menores es protagonista, ya que 80% de los libros digitales se obtuvieron gratis, y únicamente 29,5% de los entrevistados dijeron que obtenían títulos digitales pagados.
En cuanto al uso de las bibliotecas, en todas las comunidades mejora su valoración, pero ha disminuido el servicio de préstamo.