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El final de curso está a la vuelta de la esquina y lo sabemos nosotros y lo sabes tú que es un momento estresante, agotador y aunque no lo sea, parece interminable.
Sin embargo, también estamos seguros de que se supera, con una planificación adecuada y algunos consejos útiles, te aseguras que estas últimas semanas sean lo más productivas posible y que consigas los resultados que ahora te has propuesto.
Nosotros queremos ayudarte con esas recomendaciones que, aunque seguro que sabes, no viene mal recordar.
Prepárate para afrontar el final de curso
Aquí podrás encontrar...
No queda nada, eso es cierto, pero hay que pasar por aquí y superar estas últimas semanas de la mejor manera posible, a poder ser con todos los objetivos cumplidos.
Organízate, el tiempo es oro
Uno de los aspectos más importantes para afrontar el final de curso es una buena gestión del tiempo.
Hazte un calendario con todas las fechas de tus exámenes, entregas de proyectos y otras tareas pendientes, prioriza tus actividades y dedica tiempo cada día para avanzar un poquito en cada asignatura
Descansa, o no saldrá bien
Aunque puede parecer contradictorio, descansar es fundamental para mantener la concentración, y la productividad, asegúrate de dormir al menos 7-8 horas cada noche, y de hacer pausas cortas, durante tus sesiones de estudio, para recargar energías.
Repasa lo estudiado, asienta lo aprendido
En lugar de dejar todo para el último momento, que ya sabemos que siempre se hace, haz repasos regulares de tus apuntes y material de estudio, es la manera de retener la información de manera más efectiva y no solo eso, sino a evitar el estrés de tener que aprenderlo todo de golpe.
Si lo necesitas, busca ayuda
No tengas miedo de pedir ayuda si te sientes superado con la que tienes encima, si tienes dudas, o si crees que, solo, no eres capaz.
Ya sea a tus profesores, compañeros de clase, de residencia, o servicios de apoyo académico de tu universidad, siempre hay recursos disponibles para brindarte el apoyo que necesitas, cuenta con ellos.
Cuídate
El estrés y la presión afectan negativamente tu bienestar físico y emocional, no te olvides de ti mismo.
Haz ejercicio regularmente, cuida tu alimentación, y deja tiempo para actividades que te hagan sentir bien y te relajen, es bueno en algún momento estar pensando en otra cosa, cuando regresas al estudio, lo ves todo de otra manera.
Aunque pueda resultar difícil, intenta mantener una actitud positiva y proactiva, visualiza tus metas, recuerda todo lo que has logrado hasta ahora, y confía en tus habilidades para superar este último obstáculo.
Consejos para sacar tiempo de donde no hay
Eso es, el tiempo es el que es y hay que aprovecharlo al máximo, pero como no podemos hacer milagros ni multiplicar las horas del día, hay que sacar el mayor provecho posible a las 24 que, seguro, tienes por delante.
Prepara un horario semanal
Dedica un tiempo, al principio de cada semana, para planificar tus actividades, apóyate en un calendario o una agenda y asigna bloques de tiempo a tus clases, estudios, trabajos, actividades extraescolares, y tiempo libre.
De esto último no te olvides, reserva tiempo para ti, para relajarte, hacer deporte, pasear, …
Prioriza, cada cosa a su tiempo
Identifica las tareas más importantes, esas que son urgentes, y dales prioridad en tu horario, luego enfócate en completarlas antes de pasar a las menos relevantes, te ayuda a aligerar el peso y a mantenerte enfocado en lo que realmente importa que es cumplir tus objetivos diarios.
Gestiona tu tiempo
Prueba diferentes técnicas de gestión del tiempo, como la técnica Pomodoro (trabajar durante 25 minutos seguidos y luego descansar durante 5 minutos), o la regla 2 minutos (realizar tareas que pueden completarse en menos de 2 minutos de inmediato), encuentra la que mejor se adapte a tu estilo de trabajo y te haga productivo.
Fuera distracciones
Identifica las distracciones que te impiden concentrarte y elimínalas mientras trabajas, esto, aunque te resulte duro, incluye apagar el teléfono móvil, cerrar las redes sociales y el email, se trata de conseguir un lugar de estudio tranquilo y libre de interrupciones.
Divide (las tareas) para vencer
Cuando te enfrentes a una tarea grande, demasiado compleja, o que no sabes ni cómo meterle mano, divídela en tareas más pequeñas y manejables.
Esto la hace más inofensiva, aunque solo sea aparentemente, y te deja avanzar de manera más efectiva y segura.
Si no puedes con todo, delega
Si tienes demasiadas tareas en tu lista y no puedes completarlas todas tú solo, considera delegar algunas de ellas a otras personas, pide ayuda a un compañero de clase, contrata a un tutor, o divide el trabajo en un proyecto en varias tareas que pueda repartirse un equipo.
Prevé cambios y ajusta tu horario
No nos engañemos, nunca sale nada según lo planeado, y tienes que estar listo para que ocurra y reestructurar tu plan de estudio.
A medida que avanza la semana, y van apareciendo imprevistos, revisa tu horario y ajusta según sea necesario, si ves que has subestimado el tiempo que tomará completar una tarea, o que has asignado demasiadas actividades en un día, reorganiza tu horario para asegurarte de que sea realista y, sobre todo, alcanzable para ti.
Cómo sobrellevar los malos resultados
A menudo, no todo sale como esperas, ni cómo debería salir por cómo te has preparado, es así, ya sea por una mala planificación, nervios o mala suerte, igual ese examen que tanto te has preparado, te sorprende.
Saber afrontar los malos resultados es importante, debes recordar que, los momentos difíciles también son oportunidades para aprender, es necesario verlos de una manera constructiva, y sacar algo bueno de lo malo.
Piensa por qué ha pasado
Tómate un tiempo para reflexionar sobre qué salió mal y por qué, analiza tus acciones, tu proceso de estudio o tu desempeño en el examen, pero hazlo de manera objetiva, y honesta, identifica las áreas en las que puedes mejorar para la próxima vez.
Si no estás seguro de por qué obtuviste malos resultados, o si necesitas ayuda para entenderlo, no dudes en pedirla, acude a tutorías, a revisiones de exámenes, comenta con otros compañeros, …, es importante que sepas el error para no volverlo a cometer.
Haz un plan de recuperación de daños
Una vez que hayas identificado las áreas en las que necesitas mejorar, elabora un plan de acción para abordarlas.
Establece un programa, eliminado eso que ya sabes que no funciona y sustitúyelo por un nuevo sistema que sí lo haga.
No abandones
Afrontar los malos resultados es desalentador, y más cuando no te lo esperas, pero es importante no perder la motivación ni la determinación.
Mantén tu objetivo final en mente, y sigue adelante con confianza y perseverancia, cada paso que das, por pequeño que sea, te acerca un poco más a final del camino.
Sabemos lo difícil que es en los malos momentos, pero es necesario, mantén una actitud positiva y constructiva, en lugar de castigarte a ti mismo o darte por vencido.
Sin duda alguna, los errores son parte del proceso de aprendizaje.
Ya casi está, queda muy poco para que termines este curso y deseamos que aproveches estas últimas semanas al máximo.
Seguro que puedes salir airoso de todo lo que ahora parece que se te va a caer encima, verás como no, recuerda que tienes gente a tu alrededor en quienes apoyarse.
