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El curso universitario es muy largo y, sobre todo al principio, exploras las diferentes maneras de que tu estudio sea más efectivo y productivo.
Puedes elegir hacerlo solo, o en grupo, cada sistema con sus cosas buenas y sus cosas malas, solo se trata de valorarlas y luego, decidir.
Sea la manera de estudio que prefieras, ten en cuenta que consiste en tomar el camino que mejor se adapte, a ti y a tu rendimiento.
Tú eres quien tiene la última palabra, nosotros queremos facilitarte el dilema que se te plantea.
¿Solo o en grupo?, ¿cómo estudio?
Aquí podrás encontrar...
Lo primero que debes pensar es cómo te sientes más cómodo y ves que aprovechas más el tiempo.
Es cierto que hay materias o proyectos concretos en los que es obligatorio formar un grupo de trabajo, en esos tienes poca duda, otra cosa son esas asignaturas más individuales en las que surgen preguntas.
¿Pierdo o aprovecho más el tiempo estudiando con mis compañeros?
La respuesta la tienes tú, y para llegar a ella, lo mejor, probar.
Estamos al inicio del curso, y es el momento ideal para conocer métodos que antes no habías intentado, y que te ayuden a mejorar en tu progresión académica.
Estudiar en grupo, sus ventajas e inconvenientes
Vamos a valorar la opción de reunirte con tus compañeros en tu residencia, una sala de estudio de tu universidad, o en alguna biblioteca que habilite espacios para ello.
A priori, parece la mejor opción, estas con tus amigos, se te hace menos pesado y, seguramente, sacas mucho más en claro que haciéndolo solo.
Sí, todo eso es cierto, pero también puedes caer en la tentación de desviaros del tema para el que habéis quedado, y que terminéis pasando el rato con conversaciones que nada tiene que ver con el origen de esta “quedada”.
Ventajas de estudiar en grupo
Compartir la materia de estudio con tus compañeros parece muy beneficioso para todos, vamos a ver cuáles son las ventajas más destacables de esta manera de estudio.
Diferentes puntos de vista
Uno de los mayores beneficios de estudiar en grupo es conseguir diferentes perspectivas sobre un mismo tema.
Esto, no hay duda que enriquece el aprendizaje de todos, y te obliga a pensar alternativas que, tú solo, no tendrías en cuenta.
Pasas de una óptica individual a una colectiva en muchos momentos, lo que lleva a discusiones continuas, algo que puede desviar la atención de lo que necesitáis conseguir.
Los debates son una increíble oportunidad para aprender, pero hay que tener cierto control, saber llevarlos por el cauce adecuado, y que no se descontrolen.
Motivación común en el grupo
Reunirte con tu grupo para estudiar es una manera de motivaros todos.
Te comprometes con ellos a realizar una tarea, y es más complicado caer en la procrastinación, te debes a ese compromiso que has adquirido y es mucho más difícil evitarlo.
Tener una cita concertada para estudiar, fuerza a cumplir un horario, a aprovechar mejor el tiempo y a no fallar porque sabes que perjudicas al grupo.
Una carga compartida
Siempre, te sientes menos solo en tu objetivo, menos aislado, saber que hay algo que debes hacer, y no es obligatorio que lo hagas tú solo, aligera el peso en tu cabeza.
Sabes que vas a compartir esa responsabilidad, y a estar junto a personas que te pueden ayudar, y a quienes tú también estás en posición de hacerlo.
Estudiar de esta manera te da la opción de repartir los trabajos, cada uno puede asumir parte de la responsabilidad, con un número menor de tareas, menos esfuerzo, y mayor facilidad para gestionar el tiempo.
Inconvenientes de estudiar en grupo
También los hay, y es que si se pierde el foco en lo que queréis conseguir, se consigue justo lo opuesto.
Más distracciones
Los grupos de trabajo son propensos a distracciones.
Las conversaciones no relacionadas con el estudio, o las interrupciones, dificultan la concentración y luego es muy difícil recuperarla.
El mayor riesgo es la propia herramienta que te ayuda a estudiar, internet, origen de una gran pérdida de tiempo durante el día.
Debes ser consciente de que hay que evitar la tentación, las redes sociales, los emails, el WhatsApp, todo lo tienes a un clic, pero si cedes, lo que habíais planeado para ese día puedes darlo por perdido.
Dependencia del resto
Acostumbrarte a estudiar con un grupo de compañeros, en todo momento, puede crear cierta dependencia que te haga más cuesta arriba hacerlo solo.
Puedes necesitar sentirse apoyado y ayudado por otros, lo que te lleva a perder cierta autonomía, y confianza en ti y en que puedas conseguir tus objetivos por ti mismo.
Diferentes niveles de conocimiento
Ten claro que sois un equipo que se ayuda y se apoya, sí, pero que se trata de avanzar.
Debe ser un grupo homogéneo, con un mismo nivel de conocimientos, todos tenéis que ser capaces de mantener el ritmo.
Igual de malo es necesitar bajar el nivel porque uno de vosotros no consigue alcanzar al grupo, como que, alguien con un conocimiento demasiado avanzado, sienta que pierde el tiempo, y se distraiga con facilidad.
En ambos casos, el grupo se dispersa, y se pierde la concentración inicial.
Consejos para estudiar en grupo de manera efectiva
Lo primero, y prioritario, es elegir un grupo acorde, a ti y a tus necesidades.
Todos los integrantes debéis tener un mismo objetivo, y nivel de compromiso.
Todos tenéis que ser conscientes de cuánto os estáis jugando, y saber dejar a un lado las distracciones, no es momento de divertirse, sino de estudiar y preparar los exámenes.
Otra cosa es el tamaño, debe ser lo suficientemente grande para que enriquezca el trabajo, pero no tanto que lo dificulte.
Cuando os juntáis demasiados con la intención de estudiar, hay más posibilidades de que la cosa se os vaya de las manos.
Hay que elegir a las personas adecuadas y el número adecuado de ellas.
Busca un buen lugar para el estudio, cómodo y espacioso, donde podías hablar con libertad.
Las bibliotecas son una opción siempre que haya salas habilitadas para los trabajos en grupo, si no, va a ser imposible compartir opiniones sin molestar al resto de estudiantes.
Por la ciudad hay espacios donde puedes hacerlo, además de los que tu residencia pone a tu disposición siempre que los necesites.
Antes de la reunión de estudio, planifica el contenido, define cuál va a ser el objetivo de ese día y, si es necesario, distribuye qué debería hacer cada uno.
Luego, una vez que estéis justos, puedes exponerlo, será más sencillo si hay un guion, evita muchas pérdidas de tiempo si llegas con ese trabajo ya hecho.
Proponlo con anterioridad, si no eres tú, alguien del grupo debe hacerlo.
No solo el contenido, también los descansos son importantes, dejar claro cuándo vais a tener unos minutos libres, ayuda a concentrarse y a aprovechar más cada momento.
Ya sea estudiar solo, o en grupo, una cosa es segura, debes hacerlo, así que busca la metodología que más te beneficie, lo más importante es encontrar un equilibrio.
Elegir un grupo es una manera de apoyarte en el resto, en esos momentos en los que estudiar se hace cuesta arriba.
Muy bien, solo hace falta tener claro qué estás buscando, y reunirte con otros compañeros con la misma idea, sino, la cosa no acaba bien.
Lo que funciona para uno puede no hacerlo para otro, sé flexible y experimenta, seguro que das con la mejor estrategia para ti y tus objetivos.
Sea cual sea tu decisión, en tu residencia cuentas con las herramientas e instalaciones adecuadas que te ayudan a estudiar durante todo el curso.
