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Productivitis del estudiante

La has sentido, seguro, hablamos de esa sensación de no poder detenerte, de sentirte mal si lo haces, de pensar que, si no estás estudiando, estás perdiendo tiempo para lograr tus objetivos.

Ese no parar de pensar que, si descansas, la vida te adelanta, y no te das un momento de respiro para evitarlo.

Se llama hiperactividad o, también, productivitis, y debes aprender a reconocerla y ser consciente de que, muchas veces, es necesario parar.

¿Qué es hiperproductividad o productivitis?

Aquí podrás encontrar...

La productivitis es esa sensación de necesitar estar ocupado todo el tiempo, pero no, obligatoriamente, siendo productivo.

Es como si tu lista de tareas nunca disminuyera, y siempre estuvieras corriendo detrás del tiempo. 

Para los estudiantes, esto es especialmente desafiante, ya que debéis equilibrar clases, exámenes, proyectos, vida social y, a menudo, un trabajo a tiempo parcial.

Síntomas de productivitis, ¿los reconoces?

Enfrentarte a ella no solo es crucial para tu rendimiento académico, sino también para tu salud mental. 

Es fundamental reconocer los signos, buscar apoyo cuando sea necesario, y priorizarse a ti para mantener un equilibrio saludable entre estudios y bienestar emocional.

Sensación de agobio constante

Sientes que siempre estás detrás de tus tareas, sin tiempo para relajarte, no entra en tu cabeza dejarlo, parar, y olvidarte de ellas un minuto.

La productivitis a menudo va de la mano con una ansiedad persistente, y niveles elevados de estrés. 

La presión de cumplir plazos, la sobrecarga de tareas, y la sensación de nunca estar al día te generan un estado de inquietud constante.

Dificultad para desconectar

Incapacidad para desconectar del trabajo, o los estudios, incluso en momentos de ocio, es un signo claro, la mente sigue girando en torno a las tareas pendientes, y te impiden un verdadero descanso mental.

No eres capaz de dejar de darle vueltas a todo lo que te queda por hacer, algo que agota a cualquiera.

Agotamiento mental

Tu cerebro constantemente activo, junto a una falta de descanso, es el camino más directo a una fatiga mental, se resiente tu capacidad para concentrarte, y te impide tomar decisiones acertadas.

La carga excesiva de tareas te desmotiva, sientes que no importa cuánto trabajo hagas, siempre hay más por hacer, pierdes interés porque no te ves capaz de conseguirlo lo que afecta directamente tu rendimiento académico.

Estudiante agotado

Falta de placer en las actividades diarias

Roba la alegría de actividades que antes ocupaban tu tiempo libre, el estar constantemente pensando en lo que tienes que hacer, hace que lo demás pierda importancia y, poco a poco, las dejas a un lado, y hasta olvidas.

Esto afecta sin duda a tus relaciones personales, a las que quitas el tiempo que dedicabas para dárselo a seguir trabajando.

Todo esto, a la larga, deriva en una terrible sensación de aislamiento y soledad.

Deterioro de tu salud física

La salud mental y física están interconectadas, cuando sufres de estrés o ansiedad mental, tu salud física también siente ese cansancio que afecta a tu mente.

Mala alimentación, falta de sueño, ejercicio nulo, son los siguientes síntomas a los que debes estar pendiente, encontrar su causa y detenerlos.

Causas de la productivitis en el estudiante

La vida en la universidad no es sencilla, y cuando estás lejos de casa, mucho menos, la presión por acabar y regresar, o pensar en el esfuerzo que tu familia está realizando para que tú consigas ese objetivo, a veces, es suficiente para no parar.

Sobrecarga de información

Tienes una cantidad de información a tu alcance que no han tenido las generaciones anteriores, por lo menos, no con esta facilidad.

Eso es una ventaja, pero también una maldición.

Tener tanto tan cerca, hace que quieras saberlo todo, o tienes la sensación de que algo se te escapa, y no vas a realizar bien tu trabajo.

Falta de organización (debes tener un plan) 

Necesitas un plan, organízate y ponte límites.

Tienes un objetivo, y lo tienes claro, es importante que lo consigas siguiendo unas pautas de las que no debes salir, o no lo vas a conseguir.

Un trabajo sin orden es un tiempo que pierdes distribuyendo tu día de manera equivocada.

Presión social

Cumplir con las expectativas académicas, y sociales, contribuye a la sensación de estar, obligatoriamente, siempre ocupado.

Debes terminar, eso, aprender aquello,…, siempre hay algo que hacer que ves que los demás han conseguido, sin aparentemente esfuerzo, y a ti te está costando demasiado.

¿Cómo combatir la hiperproductividad?

La productivitis es un reto al que te expones en la universidad, pero, en ningún caso es insuperable.

Hay estrategias efectivas que puedes implementar para combatir la sobrecarga de tareas, y mejorar tu productividad como estudiante.

Sobrecarga de información en el estudiante

01.-Establece prioridades

Identifica las tareas más importantes y concéntrate en ellas primero, no todo es urgente ni es esencial que lo hagas de inmediato.

Crea una lista diaria de tareas, abordar las críticas cuanto antes, te dará ese sentido de logro que reduce tu carga mental.

02.-Créate un calendario

Hay montones de aplicaciones para crear tu propio calendario de organización de tareas, y ver, de un solo vistazo, las que debes realizar.

Es así cómo te facilita decidir un plazo realista, el día es el que es, y no puedes sacar más tiempo del que hay.

Asigna plazos específicos a cada objetivo, y planifica, al detalle, para visualizar tus metas, poner límite, y conseguirlas a tiempo.

03.-Toma descansos estratégicos (y no es negociable)

Programar descansos cortos durante el estudio ayuda a mantener la concentración, y evitar la fatiga mental en la que caes si no te das un respiro

Basta con pequeños descansos durante largos períodos de estudio para mantener la energía y la concentración, si no sabes cómo, un tomate puede ayudarte.

[H4]Técnica Pomodoro

Supersencilla, se trata de dividir tu tiempo en intervalos de trabajo (por ejemplo, 25 minutos) seguidos de cortos descansos.

Es una técnica probada que tiene unos resultados increíbles para conseguir mantener la atención en lo que haces.

04.-No te olvides de ti

Dedica tiempo a actividades que disfrutas, ya sea leer un libro, ver una película o salir con amigos, desconectar de las responsabilidades por un momento no es una pérdida de tiempo, todo lo contrario, es una manera de recargar energía para continuar.

05.-Delega, no tienes que poder con todo

Ni tú, ni nadie.

Delega tareas cuando sea posible, en un grupo de estudio, en tus amigos de la residencia, seguro que puedes distribuir la carga y compartir eso con lo que no tienes que poder, aunque ahora creas que sí.

06.-Simplemente, di “no”

No te asuste, decir no, no significa que no puedes hacer algo, solo que no puedes hacerlo en ese momento, que es muy diferente.

Da preferencia a calidad sobre cantidad, cuando aceptas todo lo que te proponen sin tener en cuenta el tiempo que tienes, no solo afecta a tu salud, sino a la calidad de lo que haces.

No se trata de hacer por hacer, sino de hacerlo bien.

Aprender a decir que no

La importancia de un “No” a tiempo

En la vida universitaria, saber decir no, es una habilidad crucial que subestimamos, y no deberíamos.

Las oportunidades de participar en diversas actividades que ves que te interesan para tu futuro, te lleva a aceptar más de los que puedes manejar.

Decir no, no implica rechazar oportunidades por completo, sino más bien seleccionar y elegir aquellas que realmente aportan valor a tu vida.

Protege tu tiempo y energía

Decir no significa valorar tu tiempo, y distribuir bien tu energía en lo que realmente la necesita.

Al limitar las actividades que aceptas, dedicas más atención a tus verdaderas responsabilidades, y evitas dispersarte en otras cosas que te roban un tiempo que no es ilimitado.

Mantiene tu equilibrio

Decir no es esencial para mantener un equilibrio saludable entre tus estudios, vida social y tu bienestar.

No tienes que olvidar que si no estás bien, no puedes hacer nada bien, el equilibrio entre lo que debes, y lo que puedes, es vital, las sobrecargas solo terminan en ansiedad, estrés y agotamiento emocional.

Pone límites

Al decir no a oportunidades que no contribuyen directamente a tus metas y prioridades, te da la oportunidad de enfocarte en lo que sí es significativo y alineado con tus objetivos, ya sean académicos, laborales, o personales.

 

La sociedad te pone a prueba a diario, la comparación con el resto, la obligación, o la necesidad, de conseguir esto, o aquello, te fuerza a seguir un ritmo exagerado que, a menudo, no consigues mantener durante demasiado tiempo.

Debes parar la rueda, bajarte de ella, y pensar en lo que haces, y en cómo te afecta

No tienes que hacerlo todo solo, ni estás solo para hacerlo, en tu entorno tienes ayuda para conseguirlo, aprovéchate, y cuídate para llegar a la meta disfrutando del camino.

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