Muchas veces pones todo tu empeño en alcanzar un objetivo y luego de ver el resultado no te sientes del todo satisfecho. Esto puede ser un reflejo de que no estás siendo productivo y que debes hacer algunos cambios para mejorar tu rendimiento. La idea es sacar el máximo provecho al tiempo que dediques a leer, repasar, investigar y estudiar los contenidos bien sea en clases, presenciales o a distancia, o en el lugar donde estés residenciado.
En Residencia Montepríncipe tenemos experiencia en sacar provecho a todos los períodos de los que dispones tanto para estudiar como para el descanso, sin olvidarte de hacer ejercicios ni del ocio, los cuales también son esenciales para mejorar tu rendimiento.
Claves para mejorar tu rendimiento
Aquí podrás encontrar...
Es posible que algunas de las claves sean más sencillas de lo que crees, y que tomando algunas medidas, por pequeñas que parezcan, puedas mejorar tu rendimiento, como, por ejemplo, apagar el móvil, no recibir notificaciones o evitar entradas en tu habitación. Todo eso te ayudará a ser, por unas pocas horas, mucho más efectivo.
Sin embargo, por tratarse de una responsabilidad tan importante como tu formación académica, debes tomar en cuenta otros consejos que te ayudarán a concentrarte en tus objetivos y a cumplir metas pequeñas que te acerquen a estos.
Organiza tu mente
Aunque parezca insignificante, organizar tu mente te ayudará a aprovechar tanto tus habilidades como el tiempo que dediques para mejorar tu rendimiento. Identifica si eres el tipo de persona que se distrae con cualquier ruido o elemento externo, o si tienes un montón de tareas por cumplir y terminas por no realizar ninguna porque ni siquiera sabes por dónde empezar.
Trata de concentrarte en cada actividad o tarea que te propongas, ten determinación y fuerza de voluntad para concluirlas totalmente y busca siempre una motivación. En tu caso la mejor motivación es la conclusión de tu carrera y completar tu formación profesional. Organizar tu mente pasa también por controlar las emociones negativas, pues la irascibilidad, tristeza o preocupación bloquean tu mente, te restan motivación y concentración, además de perjudicar tu salud.
Horario adecuado
Tener un horario adecuado a tus rutinas es importante para mejorar tu rendimiento, pues estarás mentalmente dispuesto para dedicarte a tus horas de estudios. De las 24 horas del día, una fracción la dedicas a asistir a clases, otro tanto a alimentarte y descansar y otras horas al estudio. Identifica las horas del día en las que te concentres mejor. Temprano en la mañana, en la madrugada, en la tarde o en la noche. Procura que esas horas de estudio sean sagradas, que nada las interrumpa.
Ubica un espacio agradable
Identifica ese espacio de tu residencia o de tu casa que te proporcione tranquilidad y te ayude a concentrarte. Debe ser un lugar tranquilo, con buena iluminación y ventilación, donde estés cómodo y puedas dedicar toda tu atención al estudio.
Ordena tu espacio
La organización del espacio también es importante para mejorar tu rendimiento, especialmente si sabes dónde tienes cada objeto que necesites, libros, guías, calculadora, reglas, lápices, borradores y todos los materiales que sean de utilidad.
Escoge un método de estudio
Existen muchos métodos de estudio que también te ayudarán a mejorar tu rendimiento. Por ejemplo, si se trata de textos o libros, haz una primera lectura general; luego subraya o resalta las ideas que consideres más importantes y después haces otra lectura de repaso. También funciona hacer fichas de resúmenes o esquemas con palabras claves que te ayuden a memorizar las ideas generales del texto.
Otra forma de mejorar tu rendimiento es leer en voz alta, explicarte a ti mismo lo que has entendido o memorizado de los textos y haciendo una interpretación de lo leído. También funciona utilizar otros recursos como dibujos, ver fotografías, videos o reportajes y artículos especializados relacionados con el tema.
Practica con tus compañeros
De vez en cuando es bueno que estudies con tus compañeros de clase, para intercambiar ideas o ampliar las perspectivas de determinados temas. Muchas veces la discusión o el debate son métodos que te ayudarán a mejorar tu rendimiento.
Toma nota de todo
Anotar las ideas, hacer resúmenes, comentarios y repetir con otras palabras el material de lectura hará que tu mente trabaje en función del tema. Reescribir las mismas ideas ayudará a que se fijen mejor en tu mente y te ayudará en el aprendizaje. No desestimes la repetición como método de estudio, pues te dará resultados y recordarás los temas durante más tiempo.
No te enfrasques
Si sientes que no avanzas con un tema específico, no te enfrasques, pasa a otro y no pierdas el tiempo empeñado en superarlo. También puedes hacer una pausa y al retomarlo seguramente tendrás ideas más claras al respecto.
Haz pequeñas pausas
Siempre es necesario que hagas pausas a la hora de estudiar, sobre todo si decides dedicar entre 4 y 6 horas cada día, como se recomienda. La idea es que después de 40 minutos o una hora descanses cinco o diez minutos, estires tu cuerpo, comas una merienda, tomes agua, relajes la vista y continúes.
Asegúrate de haber asimilado lo que has estudiado
Si al terminar de estudiar decides tomar una ducha, salir a caminar o relajarte, repasa en tu mente el contenido para mantenerlo fresco. Es posible que tengas algunas lagunas, lo cual te servirá para identificar esos puntos que debes reforzar.
Repasa
Cuando vuelvas a estudiar dale una lectura de repaso a lo que estudiaste el día anterior y así harás que el cerebro lo fije mejor en la memoria antes de procesar información nueva. Toma en cuenta que lo que se deja de recordar se diluye en la marea de pensamientos y sucesos nuevos.
Recuerda que las distracciones provienen tanto de factores externos como internos. Los externos están casi siempre asociados con los dispositivos electrónicos, las redes sociales, aplicaciones, etc., las cuales restan concentración. Y los factores internos son aquellos que la propia mente nos impone, como sentirnos incómodos, abrir la nevera a cada rato, ir al baño, picar algún snack, llamar a la familia, escribir a los amigos, y un largo etcétera.