El trabajo en grupo en la universidad puede convertirse en una verdadera pesadilla si entran en confrontación las distintas maneras de trabajar y las diferentes personalidades de los miembros del equipo. El choque podría hacer imposibles los acuerdos y el cumplimiento de las obligaciones. La consecuencia sería un trabajo de poca calidad.
Sin embargo, trabajar en equipo también tiene el potencial de ser una labor donde las tareas fluyan hasta alcanzar el objetivo. Un trabajo en el que cada integrante aporte sus fortalezas, se compensen las debilidades entre unos y otros, para hacer un todo eficiente y productivo.
Podría ser también una asociación que te acompañe durante toda la carrera universitaria, incluso dentro de la Residencia Universitaria Madrid, con buenos resultados académicos y buenas amistades.
El éxito del trabajo en grupo depende de dejar claras desde el principio las pautas de trabajo y las responsabilidades de cada uno de los miembros del equipo.
Trabajo en grupo y sus dificultades
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Desde la conformación del equipo pueden aparecer dificultades si entra alguna persona desconocida, o con mala fama en cuanto a su rendimiento y compromiso. Si es el caso, habrá dudas y desconfianza que el señalado tendrá que borrar trabajando con responsabilidad para lograr el objetivo del grupo. Algunas de las dificultades de trabajar en grupo son:
- Si los miembros del grupo no se conocen entre sí podría haber desconfianza y prejuicios que hay que superar por el bien del equipo.
- Los métodos distintos de trabajo podrían generar conflictos en el grupo.
- Puede haber uno o varios integrantes que tengan más debilidades que fortalezas, por lo que la mayor responsabilidad recaiga en solo una parte del grupo y no en el todo.
- Lidiar con las distintas personalidades de los integrantes. Por ejemplo, con el estudiante que prefiere trabajar solo, porque siente que rinde más o por desconfianza, y hace las tareas o toma decisiones sin consultar con los otros.
- Si las posiciones son intransigentes, será difícil llegar a un consenso sobre cuál será la estratega del equipo para hacer el trabajo y definir lo que cada cual debe hacer.
- Otro de los problemas cuando se trabaja en equipo es hacer coincidir los horarios para reunirse presencial o virtualmente.
Las reuniones del grupo
En el trabajo en grupo las reuniones deben tener un propósito para que sean productivas y no una pérdida de tiempo. En la primera reunión debe quedar claro y definido quién debe hacer qué. Esto debe hacerse con base en las debilidades y fortalezas de cada uno.
Con claridad y organización es probable que no hagan falta reuniones presenciales frecuentes. Solo mantener el contacto para informar de los avances, discutir sobre correcciones y dudas, y tomar decisiones a través de chats, correo electrónico o videoconferencias.
El uso de la tecnología para trabajar en grupo de manera remota es ideal si hay compromiso, comunicación y planificación de la tarea que hay que realizar. Existen herramientas gratuitas que facilitan el seguimiento y cumplimiento del trabajo grupal (Google Drive, Evernote, Doodle, son algunas). En las reuniones y contactos con el equipo:
- Evita la dispersión, enfócate en hacer tu propuesta, plantear tu duda o presentar tu informe de avance.
- Sé amable, expón tu punto de vista con respeto y escucha los puntos de vista de los demás con la misma actitud.
- Si vas a hacer un reclamo por el incumplimiento por parte de algún miembro del equipo, hazlo con sinceridad y centrándote en la solución que pueden encontrar todos. Y nunca ataques a la persona, pon el foco en la falla.
Decisiones grupales
En el trabajo en grupo es una ventaja que las decisiones que se tomen sean por consenso. Si el equipo logra llegar a acuerdos por consenso quiere decir que todos han podido hacer propuestas y exponer sus ideas y debatirlas. La conclusión de este proceso será encontrar en conjunto la mejor forma de abordar el tema y cuál será la parte que le toque desarrollar a cada uno. De esta manera, todos se sentirán partícipes y también responsables del éxito o del fracaso del equipo.
Así como las decisiones deben ser grupales, el trabajo también debe serlo. Es decir, se debe evitar recargar de tareas a unos miembros más que a otros. El peso del trabajo y las responsabilidades tienen que estar repartidos de manera equitativa.
Si hay tareas que se están haciendo complicadas para un integrante del grupo, debe prevalecer el compañerismo. Los demás miembros deben estar dispuestos a echar una mano o a turnarse para hacer las partes peliagudas del trabajo.
Conocer el trabajo completo
En el trabajo en grupo es normal que cada miembro del equipo se dedique a realizar una parte o sección del proyecto. Lo que no debes descuidar como miembro de un equipo es la visión y conocimiento global del trabajo. Si solo conoces y dominas la parte que realizaste, te estarás perdiendo de adquirir un conocimiento importante.
Lo ideal es que todos estén interesados y al tanto de todas las secciones para que sean capaces de dominar los temas y defender el trabajo cuando lo evalúen. También para poder asumir labores adicionales si ocurre algún imprevisto y es necesario hacer el trabajo de alguno de los miembros del grupo.
Coherencia en la presentación
El resultado final que presenten para la evaluación tiene que ser coherente. Por la división de tareas propias del trabajo en grupo, podría ocurrir que las partes al ensamblarlas queden desconectadas entre sí y con estilos diferentes. Uno o dos miembros del equipo deben encargarse de darle uniformidad a la redacción y estilo, y coherencia y sentido al trabajo.
Revisar antes de la entrega
Aunque exista plena confianza entre los miembros del equipo, conviene que cada uno revise el resultado final del trabajo antes de la entrega. Todos deben quedar conformes y aceptar que es responsabilidad de todos. Para lograr este paso sin angustias y presión de tiempo, se recomienda empezar cuanto antes a realizar el trabajo. Así quedará tiempo suficiente para revisar y corregir hasta el último detalle antes de presentar el trabajo al profesor.