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Uno de los requisitos esenciales para el éxito de los estudiantes en la educación superior será el desarrollo de sus actividades de aprendizaje. Estas se basan en la eficacia de los métodos aplicados y de muchos otros tipos de técnicas utilizados por ellos que premiarán su importancia en el logro de los objetivos académicos. De esta manera triunfarán en su carrera universitaria y podremos ver los resultados al mismo tiempo. Así pues, la eficiencia es clave.
Además, si habitamos en una residencia universitaria durante nuestro curso de estudio, podremos conseguir un equilibrio gracias a un entorno que ayudará a que tus tareas sean más eficientes y puedas concentrarte de forma eficaz para la consecución de tus labores.
¿Cuál es la diferencia entre estudio eficaz y estudio eficiente?
Aquí podrás encontrar...
Como veremos, la principal diferencia entre eficiencia y eficacia está en el uso de los recursos. Aunque, la eficiencia buscará siempre reducir el uso de los recursos para lograr exactamente los mismos objetivos.
La línea entre ambos conceptos puede ser muy fina, ya que ambos implican ser productivos y lograr buenos resultados, tanto en el mismo momento, como tras haber realizado nuestras actividades, pero la diferencia será notable.
Si queremos incrementar nuestro rendimiento sin privarse de la calidad ni de los resultados, será fundamental que sepamos ejecutar bien las cosas utilizando el mínimo o el máximo de nuestros recursos.
Sin embargo, debemos reconocer que tanto la eficiencia como la eficacia son muy importantes para llevar a cabo cualquier proyecto o labor. Por supuesto, esto no deberá limitar los estudios, ya que deberemos ser efectivos para muchos aspectos de nuestra vida.
¿Cuáles son las estrategias de estudio que aumentan la eficiencia?
A continuación mostraremos las técnicas más relevantes y mejor orientadas a la buena retención de nuestra memoria en el desarrollo de nuestros estudios universitarios:
Tomar apuntes
Aunque cada vez somos más los estudiantes de que empleamos portátiles o tabletas para tomar apuntes, sin contar los libros digitales, será mejor tomar apuntes a mano porque mejorará la capacidad de retención de nuestras ideas.
Escribimos en el teclado de nuestros portátiles y ordenadores tan rápido que a veces nuestro cerebro no procesa toda la información que estamos pensando.
En cambio, al escribir a mano, nuestra mente se verá obligada a pensar en el contenido que estamos leyendo y escribiendo simultáneamente a la vez que resumimos la información más relevante. Debemos tener en cuenta el tipo de estudios que estaremos cursando en nuestra universidad y que técnicas se adaptarán mejor a nuestras necesidades a la vez que nos faciliten la retención del temario académico.
No releeremos lo mismo
Contrariamente a lo que mucha gente supone, leer el mismo texto una y otra vez no nos ayudará a retener la información. Al contrario, hará que perdamos el tiempo.
Nuestro cerebro siempre tiende a trabajar mucho para recordar lo que hemos leído, recomendaremos leerlo una sola vez, analizando el contenido del texto en profundidad y luego haciendo un esfuerzo para recordar lo que está pasando.
Podremos ponernos a prueba haciendo un resumen de lo leído anteriormente para asimilar mejor lo que recordamos y así facilitar al cerebro para retener la información eficazmente.
Organizaremos bien nuestro tiempo nos dará resultados y aumentará la eficiencia
Puede parecer una técnica muy obvia, pero lo cierto es que saber organizarse, para poder aportar el tiempo necesario a cada asignatura es vital para lograr un buen hábito.
Otra idea fundamental que debemos tener para mejorar nuestra eficiencia es la actitud con la que encararemos el estudio. La motivación con la que lo hagamos nos servirá para conseguir nuestros objetivos más lejanos. Además, tendrá especial relevancia el entorno elegido para el estudio, observando si hay distracciones que puedan evadirnos de lo que estamos haciendo.
También es importante la planificación que tendremos que elaborar a la hora de ver el tiempo nos queda para la entrega de una tarea o la preparación de un examen.
Te aconsejaremos que compres una agenda de mano o calendario de bolsillo con notas, en el que iremos apuntando los exámenes más próximos, las fechas de nuestras evaluaciones de los maestros, días libres y proyectos a entregar. Así, conseguiremos organizarnos de excelente manera en el momento de la entrega de un trabajo o examen.
Hacer pequeñas pausas entre cada tema
Incluiremos este método dentro de nuestras técnicas de estudio. Gran parte de los estudiantes universitarios eligen estudiar sin tomar un descanso que les evada momentáneamente. Y esto es debido al estrés o ansiedad a la que estamos sometidos durante el curso.
Por lo tanto, incluiremos un pequeño momento de recreo en el cual podemos meditar en silencio, salir a dar un corto paseo o practicar alguna actividad deportiva.
El “instinto” de nuestro cerebro está hecho para captar y retener información en un espacio de tiempo relativamente específico. Y es por ello, que darle un respiro a nuestra mente nos ayudará a lograr recordar lo que hemos trabajado anteriormente y cuando regresemos a la actividad nos será una tarea mucho más sencilla que nos dará sus resultados.
