¿Tienes 20 min? Aquí tienes 5 cosas para mejorar tu día

El final de curso aprieta… y es importante, pero tú lo eres más.

Exámenes, los trabajos finales y ese estrés tan característico de junio que parece no dejarte ni respirar. Lo sabemos, en la residencia se nota en el ambiente: caras de cansancio, horarios imposibles, apuntes, apuntes, apuntes…

Precisamente por eso, hoy este blog va dedicado a ti. 

Porque sí, tienes mil cosas pendientes, pero también mereces (y necesitas) parar un poco y cuidarte. No hablamos de hacer un retiro de 3 días, sino de dedicarte apenas 20 min. que te cambien el día. 

A veces, eso es justo lo que necesitas para seguir con más fuerza.

01.-Sal a tomar el aire (aunque solo sean 10 minutos)

Parece una tontería, pero cambiar de espacio físico cambia también tu estado mental. Cuando llevas horas encerrado entre apuntes o frente al ordenador, salir al exterior (aunque solo sea al patio, la calle o una ventana soleada) es justo esa energía que te permite continuar.

Basta con caminar unos minutos, mirar el cielo, dejar el móvil guardado y respirar un poco.

¿Qué consigues con esto?

Mucho, fíjate:

  • Cambiar de energía y volver con más claridad mental.
  • Oxigenar el cuerpo y despejar la cabeza.
  • Bajar niveles de ansiedad o estrés

Si puedes dar una mini vuelta a la manzana, perfecto. Si no, asómate al balcón y respira hondo durante unos minutos. Te sorprenderá lo bien que sienta.

02.-Haz algo que te haga reír (y no sientas culpa por ello)

Reírse no es perder el tiempo, es terapéutico.

Está demostrado que la risa reduce el cortisol (la hormona del estrés), mejora el humor y relaja el cuerpo. Vamos, que si te echas unas risas, tu cerebro lo agradece.

¿Solo tienes 10 minutos? Perfecto.

  • Busca un vídeo corto de tu cómico favorito.
  • Revisa memes absurdos (los hay muy buenos).
  • Relee chats con anécdotas que te sacaron una carcajada.
  • Llama o manda una nota de voz a ese amigo que siempre te hace reír.

No necesitas mucho más. Solo algo que te saque de la cabeza el bucle de “tengo que estudiar, tengo que estudiar”. Al volver, estarás de mejor humor y más despejado.

03.-Mueve el cuerpo (sin hacer deporte si no te apetece)

Moverte activa la circulación, mejora el estado de ánimo y libera tensiones. Y no, no hace falta ir al gimnasio ni seguir una rutina intensa de 30 minutos. Si te apetece, genial. Pero si no, hay otras formas de incorporar movimiento sin sentir que estás “haciendo ejercicio”.

Puedes probar con estas ideas rápidas:

  • Estiramientos suaves durante 5-10 minutos.
  • Subir y bajar escaleras con música (si tienes escaleras cerca, claro).
  • Bailar una canción entera con los cascos puestos y sin preocuparte de nada.
  • Hacer una mini limpieza de tu habitación: ordenar, recoger, barrer un poco… todo suma.

El objetivo no es “entrenar”, sino liberar tensión física acumulada. Notarás que el cuerpo se relaja y la cabeza se aclara más de lo que esperabas.

04.- Ideas fáciles y rápidas para mimarte con comida.

Comer bien no tiene que ser complicado, ni llevarte horas. Y tampoco hablamos de “comer sano” por obligación, sino de regalarte un pequeño momento que te haga sentir cuidado a través de algo rico, casero y reconfortante.

Cuando estamos de bajón, estresados o al límite, a veces olvidamos lo básico: una buena comida (aunque sea sencilla) lo cambia todo. No se trata de preparar un menú gourmet, sino de dedicarte 10 minutos para hacer algo rico, caliente, crujiente o fresquito que te devuelva un poco la alegría. Algo hecho por ti, con mimo.

Algunas ideas para inspirarte:

  • Un sándwich calentito con pan del bueno, tomate, aguacate y hummus.
  • Fruta troceada con yogur vegetal y un puñado de arándanos.
  • Un batido rápido con plátano, bebida vegetal, cacao y un par de hielos.
  • Un ramen casero con fideos instantáneos, verduras y un toque picante.

No hace falta que sea la receta más saludable del mundo, lo importante es que sea algo que te guste, te apetezca y sientas que te estás cuidando. Ponlo bonito, si puedes. Comer también entra por los ojos, y eso influye en cómo te sientes.

05.-Haz una pausa para conectar contigo (y que nadie te moleste)

Estás rodeado de cosas todo el día: personas, pantallas, mensajes, tareas pendientes, y seguramente todas son muy ruidosas. A veces, el mayor regalo que puedes darte son 10 minutos de desconexión total.

No se trata de meditar si no te apetece (aunque también puede ayudarte), sino de dedicar un rato solo para estar contigo. Sin notificaciones. Sin exigencias. Solo tú.

¿Qué puedes hacer durante esos minutos?

  • Respirar profundo con los ojos cerrados.
  • Escribir en un cuaderno cómo te sientes.
  • Hacer una lista de cosas que te ilusionan.
  • Simplemente, sentarte en silencio sin hacer nada.

Esto puede sonar simple, pero es poderoso. Si logras parar unos minutos y reconectar con lo que estás sintiendo, vas a recuperar el equilibrio mental que tanto se tambalea cuando vamos con el piloto automático.

A lo que vamos: el autocuidado no tiene que ser complicado, basta que sea algo que realmente te haga sentir bien unos pocos minutos. En plena época de exámenes, trabajos y entregas, encontrar pequeños ratos para ti es más necesario que nunca.

Porque cuando tú estás bien, rindes más, te concentras mejor y, lo más importante, llegas con más energía al final del día (y del curso)Así que ya sabes: si tienes 20 minutos, tienes un mundo de posibilidades para mejorar tu día. Empieza por una. Y repite mañana.

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