Siempre que hablamos de cambio la inercia se apodera de nuestra mente; el cambio es fluir, implica una renovación e ir contra la permanencia. ¿Pará que voy a modificar mis actitudes, si es necesario hacer un esfuerzo adicional? La respuesta es simple, lo hacemos por nuestro progreso personal y por el beneficio que generará en mi entorno, en el sistema al que pertenezco: familia, universidad, residencia estudiantil, empresa, equipo deportivo, asociaciones, club de aficionados, otros.
Aquí encontrarás 10 cosas que puedes hacer por ti para colaborar con ese cambio necesario, bien sea dentro del campus universitario o de la residencia:
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Aprende técnicas de primeros auxilios
Aquí podrás encontrar...
Se tarda muy poco, se dice que 2 horas a lo sumo, en aprender a salvar una vida. Vale la alegría, salvar la vida de un compañero, de un profesor, o de tu mejor amigo. Si te decides a estudiar primeros auxilios es muy probable que no sea a un desconocido a quien te toque ayudar. Toma un curso de primeros auxilios.
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Sonríe y retribuye las sonrisas
Para sonreír se utiliza la mitad de los músculos que requieres para fruncir el ceño. Este sencillo gesto hace que tú y los demás os sintáis mejor, al interactuar en el día a día con las personas que te atienden, te apoyan, te enseñan o al cooperar y trabajar en equipo para alcanzar tus metas de estudio. Esta técnica te ayudará a cambiar tu emocionalidad, disolver la maraña que nubla tu mente y a encontrar soluciones a tus conflictos.
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Planta un árbol
Los arboles consumen dióxido de carbono y expulsan oxígeno el cual necesitamos para sobrevivir. Son infinitamente necesarios y sin embargo estamos acabando con ellos a una velocidad de 15,3 mil millones de árboles por minuto de los 3 billones de árboles existentes en el planeta, de acuerdo al artículo de Mongabay Latam del año 2015. No podemos permitir que se acaben nuestros árboles y nuestro oxígeno. Planta un árbol u cualquier planta para aumentar los pulmones verdes y fomentar la vida en nuestro mundo.
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Mueve tu corazón y tus piernas
La obesidad ya es un problema muy serio en el mundo occidental. Mientras en algunas partes del mundo hay gente muriéndose de hambre, en España nos sobrealimentamos, con graves perjuicios para nuestra salud y la del planeta por la cantidad de residuos industriales que se generan. Además de comer menos sería conveniente que te movieras un poco más. Los médicos sugieren subir un par de pisos a pie cada día para fortalecer tu corazón lo cual también te ayuda a mantenerte en forma. Si esa no es tu intención entonces ayúdate caminando media hora por los jardines de la residencia estudiantil, del campo universitario o de la ciudad.
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Mira menos televisión
¿Qué puedes hacer para desconectarte y relajarte? ¿Aún no te has dado cuenta que tu propia vida es más importante que la de otros y que la televisión en vez de relajarte te altera? Aquí tienes unas alternativas: Medita, acude al gimnasio, sal a correr, juega con tus compañeros o amigos, ordena tu habitación en la residencia, dale un masaje a alguien o que te lo den a ti, corre bajo la lluvia…
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Escucha a alguien que lo necesite
La depresión es una enfermedad que afecta millones de personas en España y de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, la depresión es un desorden mental que sufren unos 350 millones de personas en todo el mundo. El científico Jianfeng Feng de la Universidad de Warwick, publicó un artículo en 2016 en el cual sostuvo que “más de una de cada diez personas sufrirán de depresión a lo largo de su vida”. Es claro, que según como lo veamos es el tamaño del problema que enfrentamos y que la vida no es un paraíso de felicidad constante, pero todos podemos hacer cosas sencillas para que la realidad sea menos abrumadora. Una de ellas es simplemente escuchar al compañero, al amigo o al ser humano que tienes enfrente. Solo escúchalo, no intentes resolverle nada, no digas nada, solo escucha con empatía. Además si desarrollas la habilidad de escuchar, estarás construyéndote como un buen Líder.
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Participa desde la comodidad de tu habitación
Hoy en día puedes formar parte de la comunidad que desees, únete a la acción solidaria, cultural, actividades lúdicas o a aquella que más te interese o hasta montar tu propio medio de comunicación. Crea un blog, conectándote a internet, lo cual es muy sencillo. Colabora, participa, enriquécete, comprométete con tus pasiones y toma partido por las causas que te parezcan justas.
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Deja una nota positiva
Escribe a alguien una nota afectiva, para otra persona o para ti mismo, en un libro, en un escritorio, en el ordenador, escribe saludos amistosos, e-mails de reconocimiento, de disculpas y de agradecimiento. No te olvides de tus familiares y de tus viejos amigos. Agradéceles de vez en cuando por algo que fue importante para ti. Es agradable hacerlo y es agradable para el que lo recibe.
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Ayuda al más necesitado
Muchas veces podemos dejar de dar limosna porque pensamos que el dinero será gastado en drogas o alcohol, o aprovechado por comunidades delictivas, y que no será de provecho directo para el necesitado. Sin embargo, podéis donar una moneda de las que lleváis encima a una ONG u organización benéfica. Cuando alguien se te acerque a solicitar tu ayuda no voltees haciéndote el distraído. Ayuda al menos con tus monedas.
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Conversa con alguien diferente
Estableced amistad con la gente mayor, ya que saben cosas formidables que pueden interesarte. Sus reminiscencias son esenciales para conocer los viejos cantos, viejas anécdotas, las historias y los lugares particularmente relevantes. El pasado tiene valor y en él se puede encontrar mucho sentido a nuestra existencia. La experiencia es una fuente de esperanza y a la vez una maestra. Hablad con la gente joven, ya que los más jóvenes tienen un lenguaje propio, con un vocabulario que va en aumento y que está influido por la moda, saben cosas que pueden sorprenderte porque las desconoces.
“Hay otros mundos, pero están en éste. Hay otras vidas, pero están en ti”. Paul Eluard