Si eres de los que has llegado a la Universidad sin tener hábitos de estudio, es tiempo de proponerte encontrar o crear un lugar adecuado para establecer constancia, en función de hacer de tus estudios y de tu paso por la universidad, una etapa menos traumática y más placentera.
Algunas personas no pueden concentrarse si están en un lugar silencioso y apacible, otras, en cambio, requieren de la más absoluta quietud para poder leer, resolver problemas o memorizar datos importantes. Cualquiera sea tu condición, debes identificar de manera efectiva ese lugar y esas condiciones necesarias para que permanezcas allí durante tus horas de estudio y poder obtener mejores resultados en el aprendizaje.
Por lo general, una residencia universitaria tiene más y mejores opciones para los estudiantes; ofrecemos salones de lectura, áreas tranquilas, zonas de estudio en nuestra residencia y las propias habitaciones están acondicionadas para ser espacios de concentración con suficiente confort.
Es recomendable habituarse a una hora específica para dedicarse a estudiar, de manera que tanto tus amigos como tu familia sepan que a determinadas horas no estás disponible.
Por lo general, cuando no se tiene un lugar adecuado para estudiar, tanto la mente como el cuerpo buscan excusas para alejarse de esa faena, incitando a ir al baño, a tomar agua, revisar las redes sociales, hacer llamadas o ayudar o intervenir en aquello donde no haces falta.
Si buscamos que nuestro tiempo de estudio sea de provecho, además de tener tiempo para hacerlo y capacidad para concentrarnos, debemos ubicar un lugar para ello, independientemente de que estemos estudiando un material simple, complejo, resolviendo problemas y ecuaciones o preparándonos para una exposición, un debate o una oposición.
Es necesario que para que el lugar cumpla esta función, se deba identificar en él la posibilidad de permanecer las horas necesarias para el estudio sin ser molestados.
Consejos sobre el sitio para estudiar
Si estás en tu casa, identifica ese espacio donde no llegue el ruido de la calle o de los otros habitantes; procura que esté alejado del televisor, de la radio y de distractores como la cocina o el refri, los cuales siempre son tentadores.
Ese lugar debe proporcionarte condiciones para trabajar con comodidad: una mesa de estudio, una silla adecuada, iluminación apropiada, computadora o tableta, libros y útiles de estudio a mano, así como buena ventilación y temperatura, recomendada entre los 16 y los 23º C, de manera de no sentir mucho frío ni calor, lo cual también es un elemento que distrae o entorpece la concentración.
También es necesario que el sitio esté ordenado porque así estarás más relajado y te permitirá concentrarte con mayor facilidad.
Puedes ir probando y darte cuenta en cuál sitio logras pasar más tiempo frente a los libros, y una vez tengas esta información, haz de este espacio el único al que acudas durante tus horas de estudio, y cuando hagas el hábito, tendrás en ese lugar el mejor aliado para lograr tus objetivos académicos.
Si estás en una residencia universitaria, lo más probable es que tengas más opciones para escoger ese lugar conveniente para concentrarte, también es posible que logres conformar un grupo de estudio en el que exista apoyo mutuo para superar, entender y solucionar problemas, ecuaciones y tareas en las que requieras hacer consultas.
En una residencia también tendrás libertad de permanecer hasta altas horas de la noche, si prefieres esas horas, para avanzar en tus trabajos académicos, sin tener interrupciones por ruidos molestos o por falta de servicios como electricidad, conexión a Internet, entre otros.
Estudiar en tu habitación o en una sala
La decisión es tuya, sobre todo si has evaluado las opciones y has decidido ya sobre tu espacio para estudiar. Si estudias en una sala, procura que reúna las condiciones necesarias para permanecer allí cómodo el mayor tiempo posible y sacar el mejor provecho a ese período de estudio. Si la opción es la habitación, procura no usar la cama, pues es el sitio más fácil donde puedes quedarte dormido sin que necesariamente estés descansando.
Es tan importante escoger un lugar para estudiar como elegir una carrera, pues se trata de rendir y de hacer de los estudios un hábito con el cual serás un buen alumno, al tiempo que te permitirá estar al día con las materias y lograr graduarte en el tiempo estipulado.
Si no puedes identificar ese espacio, acude a un profesional que te aconseje y te ayude en esa tarea. Algunas personas advierten que no es el hogar el lugar adecuado para estudiar por la cantidad de distractores ya mencionados, ni la residencia estudiantil, por tener más gente con quien hablar y desviarte de tu objetivo, y proponen acudir a un café, cuyo ambiente puede resultar agradable a la hora de leer o estudiar.
También recomiendan acudir a una biblioteca, por ofrecer un ambiente ideal en cuanto a iluminación, temperatura, mesas y sillas confortables, y disposición de los espacios, además de tener a mano cualquier obra que requieras para completar la información busques.
Otra opción puede ser una plaza o un parque con vegetación, obras de arte, fuentes, etc., donde circule gente y tengas un ambiente relajado y apacible para adentrarte en conceptos, fórmulas y lecturas que requieran concentración.
Y si eres de los que ordenan minuciosamente todo lo relacionado con la universidad, ten un corcho pegado a la pared, como una especie de cartelera, donde coloques tus planes diarios y semanales de estudio, las fechas de los exámenes y otras ayudas y recordatorios para adquirir hábitos de estudio.
Además, procura seguir estos consejos a la hora de estudiar: ten a mano un vaso de agua y bebe con frecuencia, airea la habitación o el espacio donde estés, si es cerrado, evita los malos olores y ponte ropa cómoda.
Identifica aquellos elementos que te distraen y te quitan concentración, y de ser posible elimínalos o trata de cambiarlos; busca el apoyo de tu familia o amigos hasta lograr hacer de ese espacio el lugar de estudio perfecto.