5 maneras de desconectar sin perder la tarde

Estamos en la recta final. Apuntes por todas partes. Trabajos que entregar, exámenes que se acercan como trenes sin freno… y tú con la cabeza a punto de explotar. 

Sabemos que estos días son intensos (lo vemos en la residencia a cada minuto), y que desconectar parece casi un lujo imposible, pero, con todo eso, aquí va una buena noticia: 

Una pausa no es perder el tiempo. 

Al contrario, es la mejor manera de no saturarte y rendir más.

#01.-Lo fundamental de las pausas durante el estudio

Antes de meternos en los “trucos”, vamos a lo básico: ¿por qué deberías parar si estás con mil cosas pendientes? 

Bien, porque tu cerebro no es una máquina, y para que funcione bien necesita respirar de vez en cuando.

Cuando estudias durante muchas horas seguidas sin descanso, tu atención baja, te cuesta más concentrarte y lo que aprendes se te queda menos. Las pausas cortas ayudan a resetear, a soltar tensiones y a volver con más foco.

No hace falta irte al monte ni hacer una hora de yoga (aunque si quieres, adelante), con pequeños gestos puedes recargar pilas y evitar el colapso.

Además, descansar no es lo mismo que perder el tiempo, todo lo contrario, si haces bien tus pausas, vuelves con más energía, más foco y hasta con mejor humor. 

Y no hace falta tampoco hacer grandes cosas ni tomarte media tarde libre: con parar 5 o 10 min de vez en cuando, vas a notar un cambio brutal.

¿Cada cuánto parar?

Hay muchos métodos (como el famoso Pomodoro: 25 min de estudio + 5 de descanso), pero lo más importante es que escuches a tu cuerpo, si te notas espeso, si empiezas a leer sin enterarte, si te duele la cabeza… , no lo dudes, frena.

Lo que no funciona es seguir por inercia solo “porque hay que estudiar”, piensa que tu cerebro necesita esos “mini resets” para funcionar bien, y cuanto mejor funcione, más aprovechas el tiempo de verdad.

En definitiva, la próxima vez que sientas culpa por parar, recuérdate que no estás perdiendo el tiempo, sino recargando energía para rendir más. Como el móvil: si lo usas todo el rato, al final se apaga.

 Pues eso.

#02.-5 mini desconexiones que SÍ funcionan (pero antes…)

Sabemos que cuando estás a tope, lo último que te apetece es parar,  parece que si no aprovechas hasta el último segundo del día, no estás haciendo lo suficiente.

No es así.

Estudiar sin descansar es como correr una maratón sin beber agua: puede que avances al principio, seguro, pero vas directo al agotamiento.

Con todo, te dejamos estos 5 mini descansos (o descansitos) que salvan una jornada de estudio extenuante.

01. Sal a dar una mini vuelta (aunque solo sea a la calle de al lado)

Una de las formas más efectivas y rápidas de despejarte es moverte un poco y cambiar de espacio. 

Sí, aunque solo sea salir al jardín, al parque de enfrente de tu casa o andar cinco minutos por la calle.

Estar encerrado entre apuntes durante horas solo hace que te sientas atrapado, física y mentalmente. Dar un paseo corto (aunque sea sin rumbo) te ayuda a liberar tensión, oxigenarte y activar el cuerpo, algo que también mejora tu capacidad de concentración al volver al estudio.

Para esto te dejamos unos consejillos que te van a ser muy útiles para aprovechar esa primera mini desconexión:

  • Lo ideal es salir sin el móvil (o al menos no lo mires todo el rato.)
  • Si no puedes, bueno, pero no aproveches para llamar a nadie ni contestar mensajes, simplemente camina.
  • Fíjate en lo que ves: el cielo, los árboles, los sonidos…, estar presente ayuda mucho a relajar tu cerebro cuando se empieza a saturar..

Con solo diez minutos de paseo ya notas la diferencia y, al regresar, los apuntes estarán exactamente en el mismo sitio, pero tú los verás con otros ojos.

02. Cambia de actividad: haz algo manual o físico (aunque dure poco)

A menudo, lo mejor es desconectar de lo mental haciendo algo físico o creativo, es decir, pasar de los apuntes a las manos.

Cuando el cerebro está saturado de procesar información, cambiar de tipo de actividad ayuda a «resetear» y liberar espacio mental. Tampoco te decimos que te tomes una hora ni que necesites habilidades especiales, basta con ganas de hacer algo distinto durante un ratito.

Fíjate en estas ideas para conseguirlo:

  • Dobla la ropa o recoge un poco tu habitación (sí, esto también cuenta y nunca viene mal).
  • Haz estiramientos o una rutina suave de yoga de 10 minutos (en YouTube hay millones).
  • Dibuja, colorea o haz garabatos sin más.
  • Cocina algo fácil, como un sándwich, unas tostadas, lo que sea.
  • Ordena tu escritorio o cambia cosas de sitio.

No se trata de hacer una actividad perfecta ni productiva, sino de estimular otras partes de tu cuerpo y mente, digamos que es como pulsar el botón de “reiniciar” en tu día.

03. Música que relaja (o que anima): crea tu propia playlist para desconectar

La música es una herramienta superpotente para cambiar tu estado de ánimo en segundos. Escuchar canciones que te gustan te ayuda a liberar tensión, mejorar tu humor y crear un espacio mental diferente, aunque solo sea por unos minutos (no necesitas más).

Dependiendo de cómo te sientas, puedes elegir un tipo u otro, lo importante es que tú elijas lo que necesitas en ese momento.

  • Música instrumental tranquila para relajar el cerebro.
  • Canciones lentas con letra bonita si necesitas bajar revoluciones.
  • Temas animados y alegres si estás bajón y necesitas subir energía.
  • Música o canciones que te hagan reír y te traigan recuerdos bonitos, cuando estás de bajonazo.

Es suficiente con tumbarte cinco minutos en la cama y dejarte llevar, esta es una desconexión expres que, además, no te roba nada de tiempo.

04. Medita (aunque nunca lo hayas hecho antes, prueba)

La meditación no es dejar la mente en blanco (eso es imposible), sino aprender a observar los pensamientos sin engancharte a ellos, y en época de exámenes, esto puede ayudarte a calmar la ansiedad, ordenar ideas y encontrar un poco de paz en el caos.

Puedes hacerlo desde una app, en tu habitación, y con 10 minutos ya consigues resultados, por si no conoces ninguna, apunta:

Headspace: tiene meditaciones cortas y superbién guiadas, incluso para principiantes.

Insight Timer: con un montón de opciones gratuitas.

YouTube: busca «meditación guiada para estudiar» o «para ansiedad», y lo tienes resuelto.

Si no quieres usar apps, simplemente cierra los ojos, respira hondo y cuenta hasta 10 en cada exhalación, luego, repítelo unas cuantas veces y con eso es suficiente.

05. Ríete un rato: vídeos, memes, o lo que te saque una sonrisa

Sí, reírte también cuenta como desconexión ( y es una de las más efectivas).

No hace falta que te pongas una película entera, pero unos minutos de humor cambian totalmente tu energía, porque el estrés baja, el cuerpo se relaja y la mente se oxigena. 

Y no, no es una pérdida de tiempo si te ayuda a volver luego con más ganas.

Eso sí, pon un límite para que no se te vaya la tarde en un suspiro, y ya está, tan solo 10 o 15 minutos son suficientes para recuperar el buen humor.

No te castigues por necesitar descansar, no eres menos productivo por hacer una pausa. De hecho, si aprendes a desconectar bien, vas a estudiar mejor, vas a rendir más y, lo más importante: vas a llegar al final de curso sin quemarte del todo.

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