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Crear tu espacio en la residencia

Estás en plena vida universitaria, con mil cosas en la cabeza: clases, trabajos, exámenes, amigos, … y, por si fuera poco, en una nueva ciudad.

Alojarte una residencia de estudiantes es una vivencia increíble que vas a aprovechar mucho, y te va a dar experiencias para tu, muy cercana, vida laboral, pero sabemos que también puede complicarse cuando llega la hora de concentrarse y estudiar.

Debes tenerlo todo de manera adecuada par aprovechar el tiempo que tienes, que no suele ser demasiado.

Tu habitación en la residencia es mucho más que un lugar donde dormir, es el entorno perfecto para ser superproductivo y rendir al máximo en tus estudios, solamente tiene que crear “tu espacio”

Cómo mejora tu estudio un entorno adecuado

Aquí podrás encontrar...

Tener uno marca la diferencia en tu rendimiento académico. 

A menudo se pasa por alto la importancia del espacio físico, y es un error, el ambiente que te rodea tiene un impacto directo en tu concentración, motivación y productividad

Un entorno de estudio bien organizado y cómodo no solo te ayuda a mantener el enfoque, sino que también reduce el estrés y permite aprovechar mejor el tiempo, retener información más fácilmente, pensar de forma más clara y resolver problemas de manera más eficiente.

De hecho, un ambiente de estudio ordenado y estructurado también mejora tu motivación, date cuenta de que así es mucho más fácil empezar porque no pierdes tiempo buscando materiales o lidiando con el desorden. 

Además, un lugar limpio y bien iluminado favorece tu bienestar, hace que te sientas más positivo y con energía para enfrentarte a todo lo que la universidad te tiene reservado cada día.

buena iluminación para estudiar

Por otro lado, un espacio inadecuado o desorganizado da lugar a mil y una distracciones, falta de concentración y, en consecuencia, más tiempo que necesitas para completar tus tareas.

 Estudiar en un entorno caótico supera a cualquiera y es el camino que te lleva a procrastinar y perder el enfoque con mayor facilidad.

Crea tu espacio de trabajo en la residencia

Y has visto lo necesario que es tenerlo y cuando no estás en tu casa, donde has estudiado toda tu vida, puede que no sepas por dónde empezar, así que te vamos a ayudar a que lo hagas cuanto antes.

01.-Encuentra el lugar perfecto dentro de tu habitación

Tu habitación en la residencia es tu pequeño refugio, así que, lo primero, localiza un espacio dedicado exclusivamente al estudio, esa parte de ella donde coloques tu escritorio y que asocies solo con él.

¿Por qué?, porque tu cerebro es más listo de lo que crees, si te sientas en la cama o en el sofá a estudiar, tu mente relaciona esos lugares con el descanso, y, bueno… ¡adiós concentración!

En cambio, cuando cuentas con una zona específica, te ayudará a entrar en “modo estudio” cada vez que te sientes allí.

escritorio ordenado

02. Asegúrate de tener buena iluminación

La luz lo es todo. 

Un buen espacio de estudio siempre debe contar con una iluminación adecuada, lo ideal es que sea luz natural, así que intenta colocar tu mesa cerca de una ventana.

La luz del día te ayuda a mantenerte despierto, concentrado y hasta te pone de buen humor.

Si no tienes suficiente luz natural, asegúrate de contar con una lámpara de escritorio que ilumine bien pero sin deslumbrarte. 

Las de luz blanca o fría son las mejores para mantener el enfoque, mientras que la luz cálida hace que te sientas más relajado (y no quieres quedarte dormido sobre los apuntes, ¿a que no?), así que la clave es encontrar el equilibrio perfecto

03. Orden ante todo

Mantener tu espacio de estudio limpio y ordenado, te ayuda a estar más enfocado.

No hay nada peor para la concentración que tener tu escritorio lleno de cosas, si tienes montañas de libros, cuadernos, bolígrafos y papeles por todas partes, tu mente también estará desordenada.

Hazte con cajas, organizadores o bandejas donde puedas guardar todo lo que no estés usando en ese momento, al final del día, dedica unos minutos para recoger y ordenar tu mesa, así, cuando te sientes a estudiar al día siguiente, tienes asegurado un espacio limpio para empezar sin distracciones.

escritorio desordenado
04. Ten a mano lo esencial (“solo” lo esencial)

Un truco para ser más productivo es tener todo lo que necesitas al alcance, pero no más, es decir, en tu mesa de estudio solo deben estar los materiales que vas a utilizar en ese momento: apuntes, ordenador, cuaderno y bolígrafo, y nada más.

Si lo llenas de cosas que no vas a usar, acabas distraído con ellas (y si tienes el móvil a la vista, ¡ni te cuento!), así que, para evitar la tentación, deja lo imprescindible

El resto guárdalo en estanterías, cajones o cajas, y lo coges cuando, de verdad, lo vayas a necesitar.

05. Ergonomía: siéntate bien para estudiar mejor

Puede sonar aburrido, pero la postura que mantienes mientras estudias es superimportante.

Date cuenta de que si estás horas sentado de mala manera te pasa factura, seguro, así que piensa en tu espalda ahora, y adopta una buena postura.

Invierte en una silla cómoda que te permita estar erguido, con la espalda bien apoyada, o también intenta adaptar la que tienes, a ver si das con tu postura, por ejemplo, prueba diferentes alturas o coloca un cojín lumbar para estar más cómodo en ella.

Los pies, planos en el suelo o apoyados en un reposapiés, y los codos a la altura del escritorio, formando un ángulo de 90 grados.

Un último apunte en esta parte: no olvides hacer pausas cada cierto tiempo para estirar las piernas, y relajar los músculos.

estudiante con dolor de cuello

06. Aleja las distracciones (sí, hablamos del móvil)

Todos lo sabemos: el móvil es lo que roba más tiempo en la vida.

Seguro que te ha pasado más de una vez que empiezas a estudiar y, sin darte cuenta, te encuentras una hora después scrolleando en redes sociales, o viendo videos en TikTok, evítalo.

Pon el teléfono en modo “no molestar” o, aún mejor, colócalo en una caja o un cajón fuera de tu alcance durante las horas de estudio, si lo necesitas para alguna tarea, usa aplicaciones que bloqueen las notificaciones, o limiten el tiempo que pasas en redes.

Otra distracción muy común es el desorden digital, si usas el ordenador para estudiar, mantén solo las pestañas o aplicaciones necesarias abiertas, nada de tener mil ventanas que no vienen a cuento (redes, juegos, …), saltarás de una cosa a otra sin darte cuenta.

07. Personaliza tu espacio para sentirte cómodo

Tu espacio no tiene por qué ser aburrido, es más, es importante que te sientas a gusto en él para que no se convierta en una tortura cada vez que estudies.

Añade un toque personal, seguro que te ayuda a sentirte más cómodo y motivado, puede ser cualquier pequeño detalle como una planta, una foto que te guste, o lo que sea que te inspire.

Solo ten cuidado de no sobrecargar el espacio, recuerda que menos es más, cuando se trata de concentración.

escritorio personalizado

08. Establece una rutina de estudio

Tener un espacio de estudio perfecto es genial, pero no servirá de mucho si no estableces una rutina.

Lo ideal es que cada día dediques un bloque de tiempo específico para estudiar y lo hagas siempre en el mismo lugar, eso te facilita asociar ese espacio con el momento de concentrarte, y aprovechar más el tiempo que le dediques a estas tareas.

Un entorno de estudio adecuado no solo te ayuda a ser más productivo, sino que también te hace sentir más cómodo y motivado.

Invertir tiempo en crear el espacio ideal en tu residencia tiene como consecuencia una mejoría en tus estudios que vas a notar a final de curso.

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