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Cuando llegan los exámenes, es normal sentirte superado por lo que se te avecina, sin embargo, al contrario de lo que se piensa, no se trata de estudiar más tiempo, sino de hacerlo de manera más eficiente

Aquí te dejamos algunas técnicas de estudio que te ayudan a aprovechar al máximo tu tiempo y mejorar tus resultados, para que puedas empezar a aplicarlas este mismo semestre.

¿Por qué es importante tener una técnica adecuada de estudio?

Aquí podrás encontrar...

Cuando se acercan los exámenes, es fácil caer en la trampa de estudiar largas horas sin descanso, confiando en que el tiempo invertido se traduzca en buenos resultados.


Mal.

No siempre se trata de “estudiar más”, sino de “estudiar mejor”, y eso se consigue con una adecuada técnica que, no solo te ayuda a comprender los temas, sino que también reduce el estrés, mejora la concentración, y optimiza el tiempo que dedicas a aprender.

Sin un método claro, es fácil sentirte perdido, olvidar información importante o incluso frustrarse porque los resultados no reflejan el esfuerzo realizado.

Por eso, implementar técnicas efectivas es clave para estudiar de manera inteligente, mantener la motivación, y asegurarte de que todo ese trabajo tenga un impacto real en tus calificaciones.

10 técnicas de estudio a practicar desde ya

Te dejamos unas técnicas muy sencillas que puedes empezar a implantar en tu rutina de estudio desde ya, para que este semestre sea, menos estresante y más productivo para ti.

01. Planifica tu tiempo de estudio

Antes de lanzarte a estudiar, organiza tu tiempo, una buena planificación te permite cubrir el temario al completo, y evitar dejar todo para el último minuto.

Crea un calendario de estudio

Divide los días que tienes antes del examen en bloques de tiempo para cada asignatura o tema, pero siempre sé realista con cuánto necesitas para cada uno.

Prioriza las materias más difíciles

Dedica más a aquellas asignaturas o temas que te resulten complicados, lo mejor es que empieces con ellas cuando tengas más energía, por ejemplo, por la mañana.

Incluye descansos

Estudiar por horas seguidas sin parar nunca es efectivo, aunque a primera vista te lo parezca, así que programa descansos de 5 a 10 min cada 25-30 de estudio, para despejar la mente.

02. Utiliza la técnica Pomodoro

Si te cuesta mantener la concentración, la técnica Pomodoro es tu mejor aliada, un método sencillo y muy efectivo para aprovechar cada sesión y evitar el agotamiento mental.

Se trata de estudiar durante 25 minutos sin interrupciones (un “Pomodoro”), para luego tomar un descanso corto de 5 minutos, repite el ciclo 4 veces y, después, uno más largo, de 15-30 minutos.

Otro aspecto importante de este método es que te ayuda a saber cuánto tiempo empleas en cada tema o proyecto.

03. Crea resúmenes y esquemas

Cuando tienes muchos apuntes o libros, te pierdes entre tanta información, al resumir lo que estudias y organizarlo visualmente, se te hace más fácil recordarlo todo.

Haz resúmenes claros y concisos, con tus propias palabras para explicar los conceptos importantes, verás como te ayuda a entender mejor el tema, y a reforzar tu memoria.

Utiliza mapas mentales, así conectas las ideas principales de un tema en un diagrama visual, con colores, dibujos o flechas para que sea más llamativo y fácil de recordar.

04. Repasa con técnicas de repetición espaciada

Uno de los errores más comunes es estudiar todo de golpe. 

Para que la información se quede en tu memoria a largo plazo, es mejor repasar en intervalos regulares, después de estudiar un tema, revísalo al día siguiente, luego a los 3 días y nuevamente a la semana, así fortaleces tu memoria.

Para estos repasos, apóyate en flashcards, escribe preguntas en un lado de la tarjeta y las respuestas en el otro, practica con ellas para repasar rápidamente los conceptos clave.

05. Cambia de lugar y método de estudio

Si siempre estudias en el mismo lugar o de la misma forma, tu cerebro se acostumbra y pierde interés, cambiar de ambiente o método mejora tu concentración.

Prueba diferentes, la biblioteca, un parque o tu habitación, pero asegúrate de que sea tranquilo y sin distracciones.

Lee, en voz alta, graba tus apuntes y escúchalos, o explica lo que has aprendido a otra persona (enseñar a otros es una excelente forma de aprender), es decir, experimenta diferentes métodos para qué compruebes que, sea como sea, has retenido lo estudiado.

06. Practica con exámenes anteriores

Una de las formas más efectivas de prepararte para un examen es practicar con preguntas similares a las que podrías encontrarte.

Busca exámenes de años anteriores, familiarízate con el formato y el tipo de preguntas que pueden aparecer, y respóndelas como si estuvieras en el propio examen, respetando el tiempo límite.

Así vas a comprobar cuánto sabes y en qué áreas necesitas trabajar más.

07. Evita las distracciones

En épocas de exámenes, cada minuto cuenta, así que es importante mantenerte enfocado mientras estudias: apaga el móvil o usa apps de bloqueo, como Forest o Focus para evitar tentaciones.

Crea un espacio libre de distracciones, mantén tu escritorio limpio, bien iluminado, y con solo lo esencial para estudiar.

08. Usa técnicas de asociación y mnemotecnia

Superútiles.

Asocia conceptos con imágenes, relaciona ideas complejas con imágenes, situaciones, o palabras que te sean familiares.

Crea acrónimos o frases clave, por ejemplo, para recordar los colores del arcoíris en orden (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo, violeta), puedes usar la frase: Rápido No Avances, Vamos A Ir Volando.

09. Cuida tu cuerpo y mente

Tu cerebro necesita energía y descanso para funcionar al máximo, estudiar sin cuidar tu bienestar solo te lleva al agotamiento.

  • Duerme lo suficiente, aunque parezca tentador trasnochar para estudiar más, tu cerebro necesita dormir para procesar y almacenar lo que has aprendido.
  • Aliméntate bien, come alimentos ricos en proteínas, frutas, verduras y frutos secos y, por supuesto, evita los excesos de azúcar o cafeína que alteran tu concentración.
  • Haz ejercicio, tan solo una caminata corta, o un poco de estiramiento, despejan tu mente y mejoran tu estado de ánimo.

10. Relájate antes del examen

Por último, recuerda que estar tranquilo antes del examen es clave para dar lo mejor de ti.

La noche previa al examen, repasa los puntos clave, pero evita estudiar hasta muy tarde, también respira profundo si sientes nervios antes o durante el examen, para calmarte y concentrarte.

Estudiar para los exámenes aparentemente es una tarea gigantesca, pero con las técnicas adecuadas puedes organizarte mejor, aprovechar tu tiempo y reducir el estrés. 

Recuerda que lo importante no es cuánto estudies, sino cómo lo hagas, así que, planifica bien, utiliza las herramientas que más te funcionen y no olvides cuidar de ti mismo durante el proceso. 

¡Buena suerte en tus exámenes! 

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